lunes, 17 de febrero de 2014

Esto (no) es una carta de amor

"El fascismo se cura leyendo y el racismo se cura viajando" Miguel de Unamuno

Querido inmigrante: no te queremos, no vengas, no te queremos. Si eres negro y pobre, moro y pobre, indígena y pobre, perseguido y pobre, lesbiana y pobre, maricón y pobre, mujer maltratada y pobre, si eres minoría y pobre, no vengas, ni hoy, ni mañana, ni nunca, no vengas.
No te queremos, es más te despreciamos, nos molestas, nos causas miedo, nos das asco. No nos sirve tu talento, no nos sirven tus estudios, no nos sirve tu lucha, ya ni siquiera nos sirve tu asquerosa mano de obra barata, si acaso podía interesarnos esa mierda de dinero que dejas en nuestras tiendas, en nuestros bares, en nuestros bancos, pero solo si entras cuando no hay nadie dentro para que no molestes.
Es una pena muy grande que no te llames de apellido Messi, Ronaldo, que no seas uno de esos monarcas absolutistas que niegan derechos a las mujeres y minorías en sus países y que tienen sus manos llenas de sangre por petróleo, ni uno de esos jeques que compran equipos de fútbol para lavar dinero negro, ni uno de esos grandes empresarios latinoamericanos  que se ha hecho rico utilizando mano de obra infantil y que ahora viene a comprar nuestras empresas públicas a precio de saldo para que los españoles se conviertan en la mano de obra barata que antes eras tú.
Y la verdad, es que no solo no te queremos a ti, sino que tampoco tenemos ningún interés ya en invertir en tu país, ya no; ya le hemos sacado todos los recursos que podíamos y no le vemos futuro, nos interesa la pobreza, pero no la miseria, sobre todo la miseria que no se ve y que tu, con tu humillante  desembarco en nuestras costas,  te empeñas en mostrarnos.
Y nos importa una mierda que en tu país haya una guerra, es más, nos gusta que la haya, nos conviene, porque vender armas es un gran negocio que deja muy buenos beneficios y como comprenderás, no vamos a dejar de hacerlo por un quitamé allá esas imágenes envueltas en sangre y dolor.
Y por si esto no os parece suficiente, nos importa una mierda que tu país esté de nuevo acogiendo a emigrantes españoles que, aunque nunca serán pobres como tú, sí que de nuevo están siendo pobres, pero mira así cuando lleguemos a vuestros países seguir presumiendo de pertenecer a un país del primer mundo y mirándoos por encima del hombro.
Y os digo más, ni en España, ni en Europa, así de agradecidos somos en este continente, si te das cuenta, hasta nos hemos dedicado a criticar a Suiza por votar y poner blanco sobre negro lo que nosotros pensamos, que vuestras grandes cantidades de dinero (aunque sea dinero sucio) nos vale, pero vosotros no. Es la vida, la ley de la selva, la supervivencia.
Lo peor es que no terminamos de encontrar una manera de que todo esto no se note demasiado, porque mataros o dejaros morir en nuestras costas (o vuestras)  ¿qué más da? aún sigue siendo feo, o como poco antiestético, pero ni dejaros sin trabajo, sin cobertura sanitaria, sin casa, sin educación a vuestros hijos parece que os ha quitado las ganas de venir, así que quizás nos estamos pasando, pero ya sabemos que este  es el camino para hacer de este país llamado España y de esta vieja Europa el sueño de los poderosos, un lugar libre de parias de la tierra.



miércoles, 5 de febrero de 2014

Invitaciones


Recibo a diario en mi cuenta de correo laboral cientos de invitaciones para unirme a Linkedin (supongo que para conocer a triunfadores), Badoo ( que para compartir aficiones), Meetic (para encontrar solteros a mi alrededor) Google plus (creo que para andar en círculos) y Twoo (he tenido que buscarlo en google) y es como Badoo, solo que al parecer para maduros y maduras). Como veis, abundan los refuerzos contra las soledades, no importan que estas sean elegidas o no.
Recibo a diario en mi cuenta de correo laboral notificaciones fantasmas de  gente que quiere seguirme en Twitter y finalmente nunca me siguen ni yo a ellos, de gente que quiere ser mi amiga en Facebook, a los que no respondo porque a las mayoría no los conozco y si son personas que han pasado por mi lugar de trabajo, saben perfectamente que ese no es el camino.
Recibo a diario en mi cuenta de correo laboral como unos 20 correos de personas que quieren huir de su país porque son perseguidos, de personas que tienen una operación urgente, de personas que me nombran heredera de una inmensa fortuna que me espera por decenas de maravillosos  países que el mundo son, de personas que me dicen que me una a una cadena de rezo porque el fin del mundo está por llegar y mejor que Dios me coja confesada y la última moda son los textos donde me cuentan que habiendo tenido que emigrar, al llegar al país de destino le han robado la cartera y la embajada de su país de origen les facilita un pasaporte rápido pero no el dinero para comprar el pasaje de vuelta.
A esto hay que añadir ofertas fantasmas de teléfonos de última generación, de viajes de ensueños, de fincas inabarcables, de técnicas avanzadas para sr mejor, para trabajar mejor, para vestir mejor, para hablar mejor, para fotografiar mejor, para escribir mejor, para robar mejor y hasta para follar mejor.
Y aún hay quién envía, todavía, invitaciones para jugar al Farmaville, sin saber que ahora existe el Candy Crush.
Sería divertido poder tener tiempo para responder o al menos curiosear en todos esos correos, porque detrás de esos correos hay personas, no sé  que clase, pero personas, que a mi nunca me parecen de fiar, pero oye, que le echan sus buenas horas, de lo contrario no se explica tal profusión.
Pero siento decirlo, las ignoro (soy buena en eso), todas, van directamente a la papelera y de la papelera a seleccionar todo y luego eliminar definitivamente.
Nunca sabré que clase de triunfadores en la vida me estoy perdiendo, jamás tendré un novio badoano (¿o será paduano, como las mantas?) seguiré andando en línea recta y por círculos que yo elija y lo de los maduros ¿qué quieren que les diga? ya tengo un padre y voy más que servida.
Y tampoco recibiré herencias millonarias, ni manejaré fincas enormes, ni rescataré a secuestrados en embajadas, ni salvaré vidas en peligro, y hasta iré derechita al infierno por no rezar en cadena y sin ellas.
Con respecto a todo lo demás, señoras y señores, dediquen su tiempo a hacer del mundo un lugar más habitable, para tomarnos el pelo ya tenemos a gobiernos de todos los colores. De nada.