domingo, 2 de enero de 2011

…Y la carta a los reyes

Después de pasar la nochebuena y navidad como se puede, despedir al año y recibir al nuevo con el entusiasmo de quién no es consciente de que el tiempo pasa demasiado rápido, ahora toca escribir la carta a los reyes magos porque se acerca el 5 de enero, que dicho sea de paso es el mejor momento de la navidad, al menos para mi que soy antimonárquica declarada esos reyes son los únicos verdaderos y reales y sobre todo los únicos en los que creo. A pesar de las numerosas leyendas negras que corren en torno a ellos, la magia de la que disfrutan es indiscutible.
Todo esto a pesar de que, incompresiblemente, desde finales del mes de octubre hay un rey mago en la puerta de cada comercio, un rey mago paseando por las calles y lo que es peor, esa idea de algunos alcaldes, el de Huelva en concreto, de plantar a los reyes en la puerta del ayuntamiento dos días antes de la cabalgata para que reciban las cartas de los niños que los esperan ansiosos, créanme que esto puede acabar con la magia de cualquiera que la tenga.
Siempre me gusta ese día, me comen los nervios, soy feliz corriendo detrás de ellos y muchísimo más tirándome al suelo como una niña más a recoger caramelos, también les dejo el sustento en la ventana, que el invierno es muy frío y el trayecto largo y a pesar de todo hace años que los reyes me dejan poca cosa, de hecho me dejan muchas pero todas son para mis sobrinos y mis padres, debe ser que no soy todo lo buena que debo, o que quizás  por ser demasiado buena piensan que no necesito nada, lo que no deja de ser cierto, aunque el pasado año  me dejaron un oso de peluche gigante que siempre sonríe y vela por la casa cuando no estoy. Un auténtico amor.
Pero este año me debato entre pedir a los reyes que me dejen ó pedir a los reyes que se lleven, porque realmente andamos sobrados de demasiadas cosas materiales y sobre todo andamos sobrados de injusticias, maldades, incomprensiones, abusos, intolerancias, desprecios, odios, desesperanzas, desilusiones, desamores, desdenes, desgobiernos, chantajistas, malos gobernantes, mentirosos, saqueadores, filibusteros y tramposos. Si pudiéramos empaquetar todo esto y tirarlo a un hoy bien profundo para que nunca pudiera volver a salir, los reyes magos tendrían el camino más despejado.
Pero hay que mantener la inocencia, de lo contrario todo se vuelve más complicado, acabo de oír en la tele a un niño decir “yo este año no he escrito carta, que me traigan lo que ellos quieran”, quizás en esto consiste la sabiduría de los magos de oriente, un lugar desde él que a veces sólo llegan malas noticias. Un secreto, en mi familia hay un rey mago, pero mis sobrinos aún no lo saben.
Que sus majestades tengan buen camino, buen tiempo y buen reparto, que dejen más donde menos tienen y menos donde no se necesita. Felices reyes

2 comentarios:

  1. Espero ansiosa esa foto del "rey mago de tu familia" que, estoy segura, tiene el camino despejado hasta tu gran corazón.
    Felices reyes, Mariví, cada entrada de tu blog me gusta mas y mas.

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  2. Ah, a Jorge también, se los leo siempre, le encanta.

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