domingo, 10 de abril de 2016

Objetos perdidos

Los últimos tres días una gripe primaveral e inesperada me ha dejado  fuera de juego, vencida, o casi.

Me sentí mal el pasado jueves al despertar, mi cuerpo no podía, aun así fui a trabajar e hice vida normal, condimentada con paracetamol, pero vida normal; hice la jornada de trabajo, fui a la biblioteca y más tarde a un acto académico que protagonizaban unos antiguos alumnos de la universidad; estando en este empecé a sentir un frío terrible (impropio de la primavera) y supe que mi cuerpo no daba más.

Volví a casa, me puse el termómetro, 38 grados, tome una pastilla y me acosté; el frío que tenía era tal que pasé como una hora peleando conmigo misma hasta entrar en calor, finalmente lo conseguí, entonces me dolía tanto el cuerpo que empeñé otra hora en buscar como dormir y sobre todo descansar y dejar de toser. Debí conseguirlo porque cuando desperté eran las 5 de la mañana del día siguiente y creyendo sentirme mejor, cuando llegó la hora me levante y me fui a trabajar, error, porque pase la mañana aterida de frío y en mal estado.

De vuelta a casa más pastillas, vitamina C y cama, así todo el fin de semana. Salir de casa el domingo para comprar el periódico es casi una fiesta. No estoy bien, estoy mejor y la vida sigue, hay que  trabajar.  Esta gripe me ha robado fuerzas, tiempo, descanso, lecturas, películas y encuentros. Y me ha dejado cansancio y dolor de huesos. Ahora quiero saber dónde está la oficina de objetos perdidos  para reclamar lo que me ha quitado y devolver lo que no necesito.

Lo mejor, los afectos, siempre prestos a ayudar. Cuidaros, sin salud y sin amor, no somos nadie.

1 comentario:

  1. Tienes arte hasta para relatar un resfriado ¡confío en que ya estés mucho mejor! un beso

    ResponderEliminar