En España, como en
otros países, la temporada de cine parece empezar en septiembre, al menos así
se deduce este año de entre las candidaturas a Oscar, Bafta y Goya; lo que
viene a significar que se van a premiar a películas de 2019 con apenas un
recorrido trimestral en salas y/o plataformas.
Salvo Dolor y gloria,
estrenada en marzo y Buñuel en el laberinto de las tortugas, en abril, el resto
de las películas nominadas a los Goya 2020 fueron estrenadas después del
Festival de San Sebastián que se celebra en el mes de septiembre. Ahí están,
dispuesta a llevarse el mayor galardón del cine español, algunas de ellas si
haber pasado por las salas de algunas ciudades, de esto habrá que hablar en
algún momento también.
Entre enero y diciembre
se estrenaron en España casi cien películas de lo que podemos definir como cine
español, de todos los géneros, con todas las temáticas, de mejor y peor
calidad, para todos los públicos o públicos selectos, vamos, como en muchos
otros lugares.
Yo no he conseguido ver
todas estas películas, algunas por decisión propia y otras porque no han
llegado a la ciudad donde vivo ni tan siquiera a una cercana, aunque sí he
visto algunas que merecerían, como poco, alguna nominación y no la han
recibido. Aquí todas las nominaciones
Entre las que no han
recibido nominación y creo que deberían, que deberían ser vistas en otros
países y no lo son, están:
70
Binladens, de Koldo Serra, una tragicomedia de supervivencia
vital con mucho humor negro y un reparto a la altura. (Se puede ver en Filmin).
Lo
dejo cuando quiera, de Carlos Theron, una de las películas
más taquilleras del año, una farsa sobre la realidad del triunfo con un reparto
en estado de gracia.
Sordo,
la razón por la que decidí ir a ver esta película es que en ella trabajan dos
de mis actores favoritos, fue más una cuestión de alegrarme la vista que la
vida y me equivoqué, no sólo no me alegró la vida, tampoco la vista; una
inesperada historia de la posguerra civil española en la que los sentidos de
los protagonistas dan sentido a la historia, una película con sabor a western
bien hecha.
¿A
quién te llevarías a una isla desierta?, segunda y
sobresaliente película de Jota Linares, después de su estupenda Animales si
collar, sobre los cambios en la etapa de juventud de un grupo de amigos entre
excesos y nostalgias. (Se puede ver en Netflix).
Elisa
y Marcela, de Isabel Coixet, quizás no es lo que se esperaba
de esta directora tras su éxito con La librería, a ella se la ama o se la
detesta, lo mismo ocurre con esta historia, que yo considero que era necesaria
de hacer para contar una historia de amor entre mujeres en otro tiempo que no
es este de ahora. (Se puede ver en Netflix).
Litus,
de Dani de la Orden, podría parecernos que es una película que ya hemos visto
otras veces, por lo que cuenta, amigos que se reencuentran tras la muerte de
uno de ellos, y no, aquí nos cuentan que la vida es difícil a veces, y lo hace
dejándonos ver los matices y con un buen reparto, encabezado por la
omnipresente este año, Belén Cuesta. (Se puede ver en Prime Video).
Diecisiete,
de Daniel Sánchez Arévalo; tengo debilidad por esta película, la recomiendo y
la recomiendo por ser una historia que te reconcilia con la vida desde una
perspectiva posible de suceder, hay que atrapar toda la ternura que esta película
relata; mención aparte merecen sus dos protagonistas, Biel Montoro y Nacho
Sánchez, pareciera que han nacido para estos papeles. (Se puede ver en Netflix).
Las dos siguientes las
he visto, y me han gustado tanto que raya con el me han encantado y por lo
tanto me resulta del todo incompresible que no estén llenas de nominaciones a
los Goya.
Quien
a hierro mata, de Paco Plaza. No soy muy admiradora
del cine de este director, su género habitual es el terror y no es de mis
favoritos (ojalá el cine sepa perdonarme este trastorno). Esta película es una
historia sobre el narcotráfico gallego, no es la primera con esta temática, lo
que la diferencia es que no es una más, es una historia sobre las personas que
pueblan ese mundo, personas que podríamos ser nosotros, hasta que la maldad nos
delata; imposible parpadear y hasta respirar durante las casi dos horas que
dura la película. (Se puede ver en Filmin).
Como era imposible
ignorarlos, han nominado a mejor actor a su protagonista, Luis Tosar y como
actor revelación a Enric Auque, que los está ganando todo en los galardones
previos a la gran cita.
Los
días que vendrán, de Carlos Marqus- Marcet, quien nos
deslumbró en 2014 con 10.000 KM, y que aquí nos cuenta en tiempo real un embarazo,
que llega de manera inesperada y una vez asumido, lo cuenta con todas sus
vicisitudes, alegría, pesares, con una veracidad que conmueve y te arrastra; es
una película bellísima, sincera, muy bien narrada, muy bien interpretada, y por
lo tanto muy bien dirigida. Ha resultado ser la ganadora a mejor película del
año en los Premios Gaudí, así como la actriz protagonista, lo que hace más
incomprensible aún su ausencia en los Goya, se puede ver en Filmin.
De entre las nominadas
a mejor película he visto Dolor y gloria, Mientras dure la guerra, La trinchera
infinita e Intemperie, no he conseguido ver O que arde, por las razones que
expuse más arriba.
Dolor
y gloria, de Pedro Almodóvar; ha sido un éxito de público,
crítica y nominaciones, es mi película favorita para llevarse el premio, por
ser maravillosa, por ser honesta, por estar bien escrita, por estar muy bien
protagonizada, porque su historia nos ha conmovido, porque hace que el nombre
de España se escuche en muchos lugares más allá de nuestras fronteras y eso nos
ha vuelto a instalar en la modernidad, porque nos ha traído de vuelta a un
pedro Almodóvar excepcionalmente humano, aunque esto tampoco sé si hay quien no
lo sabrá perdonar.
Mientras
dure la guerra, de Alejandro Amenábar; también ha sido
un éxito de público, más aún porque nadie esperaba que lo fuera, cuanto más han
llamado sectores de ultraderecha a boicotearla, más público ha ido a las salas
y, lo que es más increíble, más ejemplares de la obra de Miguel de Unamuno se
han vendido en librerías. Los actores, en especial Karra Elejalde y Santi Prego
en el papel de Franco dejando entrever toda su maldad, brillan, todos y todas.
Es posible que esta
película no se entienda fuera de España, aquí ha demostrado ser útil y
necesaria.
La
trinchera infinita, de Aitor Arregui, Jon Garaño y Jose
Mari Goenaga; estos tres directores nos están acostumbrando a la sorpresa
cinematográfica de la temporada, sus anteriores trabajos Loreak y Handia, junto
con esta trinchera, lo demuestra. Esta es una historia de amor, de dolor, de
renuncias, de silencios, de oscuridad. Sobre todo, de amor, el que ayuda a
soportar lo insoportable, a respirar lo irrespirable; la película te atrapa
desde los primeros y, a pesar de su duración, no se hace larga porque necesitas
que llegue el final, necesitamos saber qué pasó, aun cuando ya sabemos qué fue,
forma parte de la historia de nuestro país, la historia que corría de boca en
boca por los pueblos, el mío entre ellos, y que ahora muchas personas han
conocido y reconocido, es yo diría, imprescindible de ver.
Está casi íntegramente
rodada en Huelva, en escenarios naturales que siguen existiendo, uno de sus
protagonistas, también nominado a mejor actor revelación, es nacido en Paterna
del Campo, y uno de los productores de la película, Manuel H. Martín, es
onubense, lo que convierte a esta película en muy cercana a nosotros.
Intemperie,
de Benito Zambrano; desde su primera película, Solas, este
directo nunca ha abandonado la idea de convertir el cine en un vehículo para
contar historias que lo sitúan muy claramente en un lado de la vida, el de
quien está contra las injusticias y las denuncia a través del cine; eso sucede
con Intemperie, basada en una novela magistralmente escrita por Jesús Carrasco,
y que una vez leída, con dolor, ya no se va de ti. Es la historia de un niño
que huye de una finca andaluza donde los dueños ejercen todos los derechos
posibles, el de pernada, el de no pagar a los trabajadores, el de abusar de
niños y niñas, en fin, del infierno en la tierra hasta que aparece una buena
persona, que siempre existe para rescatarnos. Sólo por ver los escenarios
naturales donde está rodada la historia (los secarrales de Orce, Galera y
Castril en Granada), merece la pena disfrutar la película, el paisaje es un
protagonista más. Es una maravillosa historia hecha western, con unos actores
impecables, desde el más protagónico al menos. No suelen salir bien las
adaptaciones cinematográficas de novelas, en este caso se consigue y de manera
sobresaliente. Si esta película se lleva el Goya yo sería muy feliz.
O
que arde, de Oliver Laxe; no puedo hablar de esta historia
porque no he tenido la posibilidad de verla y bien que lo siento. Puedo y debo
destacar que ganó en Cannes en premio del Jurado de un Certain Regard, que
acaba de ganar el Premio Gaudí a mejor película europea y que tiene numerosas
nominaciones en distintos premios, si por algo me gustaría que ganara, es para
que la estrenaran en muchos cines y poder verla en pantalla grande.
Bonus:
Buñuel
en el laberinto de las tortugas, de Salvador Simó, esta
magnífica película de animación nos cuenta la historia del rodaje de Las Hurdes
tierra sin pan, si no conoces la obra de Luis Buñuel esta cinta te ayudará a
adentrarte en ella, sí la conoces disfrutarás mucho lo que aquí cuentan. Una
joya cinematográfica que sólo tiene una nominación a mejor director novel,
mejor película de animación, mejor guion adaptado y mejor música original;
ojalá se gane todo.
No me queda mucho
espacio para hablar de todas las categorías, ya quisiera, mientras, podemos
jugar a apostar y divertirnos. Dicho todo esto, me extendería en otras candidaturas
y en otras apuestas, pero entonces esto sería una novela por entregas; la
suerte está echada y sólo queda esperar que gané la mejor película que no
siempre coincide con la mejor dirección, tampoco con la más taquillera, así es
la magia del cine.
Y, un deseo, ojalá
poder ver muchas películas más películas españolas y latinoamericanas en las
salas de cine de España. El día que, como país, tomemos conciencia que el cine
es una industria más allá de la frivolidad que se le supone, habremos dado un
gran paso adelante.
Bravo por el Goya de
honor a Pepa Flores.
Más cine, por favor.
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