sábado, 25 de enero de 2020

Goya 2020


En España, como en otros países, la temporada de cine parece empezar en septiembre, al menos así se deduce este año de entre las candidaturas a Oscar, Bafta y Goya; lo que viene a significar que se van a premiar a películas de 2019 con apenas un recorrido trimestral en salas y/o plataformas.

Salvo Dolor y gloria, estrenada en marzo y Buñuel en el laberinto de las tortugas, en abril, el resto de las películas nominadas a los Goya 2020 fueron estrenadas después del Festival de San Sebastián que se celebra en el mes de septiembre. Ahí están, dispuesta a llevarse el mayor galardón del cine español, algunas de ellas si haber pasado por las salas de algunas ciudades, de esto habrá que hablar en algún momento también.

Entre enero y diciembre se estrenaron en España casi cien películas de lo que podemos definir como cine español, de todos los géneros, con todas las temáticas, de mejor y peor calidad, para todos los públicos o públicos selectos, vamos, como en muchos otros lugares.

Yo no he conseguido ver todas estas películas, algunas por decisión propia y otras porque no han llegado a la ciudad donde vivo ni tan siquiera a una cercana, aunque sí he visto algunas que merecerían, como poco, alguna nominación y no la han recibido.  Aquí todas las nominaciones

Entre las que no han recibido nominación y creo que deberían, que deberían ser vistas en otros países y no lo son, están:

70 Binladens, de Koldo Serra, una tragicomedia de supervivencia vital con mucho humor negro y un reparto a la altura. (Se puede ver en Filmin).

Lo dejo cuando quiera, de Carlos Theron, una de las películas más taquilleras del año, una farsa sobre la realidad del triunfo con un reparto en estado de gracia.

Sordo, la razón por la que decidí ir a ver esta película es que en ella trabajan dos de mis actores favoritos, fue más una cuestión de alegrarme la vista que la vida y me equivoqué, no sólo no me alegró la vida, tampoco la vista; una inesperada historia de la posguerra civil española en la que los sentidos de los protagonistas dan sentido a la historia, una película con sabor a western bien hecha.

¿A quién te llevarías a una isla desierta?, segunda y sobresaliente película de Jota Linares, después de su estupenda Animales si collar, sobre los cambios en la etapa de juventud de un grupo de amigos entre excesos y nostalgias. (Se puede ver en Netflix).

Elisa y Marcela, de Isabel Coixet, quizás no es lo que se esperaba de esta directora tras su éxito con La librería, a ella se la ama o se la detesta, lo mismo ocurre con esta historia, que yo considero que era necesaria de hacer para contar una historia de amor entre mujeres en otro tiempo que no es este de ahora. (Se puede ver en Netflix).

Litus, de Dani de la Orden, podría parecernos que es una película que ya hemos visto otras veces, por lo que cuenta, amigos que se reencuentran tras la muerte de uno de ellos, y no, aquí nos cuentan que la vida es difícil a veces, y lo hace dejándonos ver los matices y con un buen reparto, encabezado por la omnipresente este año, Belén Cuesta. (Se puede ver en Prime Video).

Diecisiete, de Daniel Sánchez Arévalo; tengo debilidad por esta película, la recomiendo y la recomiendo por ser una historia que te reconcilia con la vida desde una perspectiva posible de suceder, hay que atrapar toda la ternura que esta película relata; mención aparte merecen sus dos protagonistas, Biel Montoro y Nacho Sánchez, pareciera que han nacido para estos papeles. (Se puede ver en Netflix).

Las dos siguientes las he visto, y me han gustado tanto que raya con el me han encantado y por lo tanto me resulta del todo incompresible que no estén llenas de nominaciones a los Goya.

Quien a hierro mata, de Paco Plaza. No soy muy admiradora del cine de este director, su género habitual es el terror y no es de mis favoritos (ojalá el cine sepa perdonarme este trastorno). Esta película es una historia sobre el narcotráfico gallego, no es la primera con esta temática, lo que la diferencia es que no es una más, es una historia sobre las personas que pueblan ese mundo, personas que podríamos ser nosotros, hasta que la maldad nos delata; imposible parpadear y hasta respirar durante las casi dos horas que dura la película. (Se puede ver en Filmin).

Como era imposible ignorarlos, han nominado a mejor actor a su protagonista, Luis Tosar y como actor revelación a Enric Auque, que los está ganando todo en los galardones previos a la gran cita.
Los días que vendrán, de Carlos Marqus- Marcet, quien nos deslumbró en 2014 con 10.000 KM, y que aquí nos cuenta en tiempo real un embarazo, que llega de manera inesperada y una vez asumido, lo cuenta con todas sus vicisitudes, alegría, pesares, con una veracidad que conmueve y te arrastra; es una película bellísima, sincera, muy bien narrada, muy bien interpretada, y por lo tanto muy bien dirigida. Ha resultado ser la ganadora a mejor película del año en los Premios Gaudí, así como la actriz protagonista, lo que hace más incomprensible aún su ausencia en los Goya, se puede ver en Filmin.

De entre las nominadas a mejor película he visto Dolor y gloria, Mientras dure la guerra, La trinchera infinita e Intemperie, no he conseguido ver O que arde, por las razones que expuse más arriba.

Dolor y gloria, de Pedro Almodóvar; ha sido un éxito de público, crítica y nominaciones, es mi película favorita para llevarse el premio, por ser maravillosa, por ser honesta, por estar bien escrita, por estar muy bien protagonizada, porque su historia nos ha conmovido, porque hace que el nombre de España se escuche en muchos lugares más allá de nuestras fronteras y eso nos ha vuelto a instalar en la modernidad, porque nos ha traído de vuelta a un pedro Almodóvar excepcionalmente humano, aunque esto tampoco sé si hay quien no lo sabrá perdonar.

Mientras dure la guerra, de Alejandro Amenábar; también ha sido un éxito de público, más aún porque nadie esperaba que lo fuera, cuanto más han llamado sectores de ultraderecha a boicotearla, más público ha ido a las salas y, lo que es más increíble, más ejemplares de la obra de Miguel de Unamuno se han vendido en librerías. Los actores, en especial Karra Elejalde y Santi Prego en el papel de Franco dejando entrever toda su maldad, brillan, todos y todas.

Es posible que esta película no se entienda fuera de España, aquí ha demostrado ser útil y necesaria.
La trinchera infinita, de Aitor Arregui, Jon Garaño y Jose Mari Goenaga; estos tres directores nos están acostumbrando a la sorpresa cinematográfica de la temporada, sus anteriores trabajos Loreak y Handia, junto con esta trinchera, lo demuestra. Esta es una historia de amor, de dolor, de renuncias, de silencios, de oscuridad. Sobre todo, de amor, el que ayuda a soportar lo insoportable, a respirar lo irrespirable; la película te atrapa desde los primeros y, a pesar de su duración, no se hace larga porque necesitas que llegue el final, necesitamos saber qué pasó, aun cuando ya sabemos qué fue, forma parte de la historia de nuestro país, la historia que corría de boca en boca por los pueblos, el mío entre ellos, y que ahora muchas personas han conocido y reconocido, es yo diría, imprescindible de ver.

Está casi íntegramente rodada en Huelva, en escenarios naturales que siguen existiendo, uno de sus protagonistas, también nominado a mejor actor revelación, es nacido en Paterna del Campo, y uno de los productores de la película, Manuel H. Martín, es onubense, lo que convierte a esta película en muy cercana a nosotros.

Intemperie, de Benito Zambrano; desde su primera película, Solas, este directo nunca ha abandonado la idea de convertir el cine en un vehículo para contar historias que lo sitúan muy claramente en un lado de la vida, el de quien está contra las injusticias y las denuncia a través del cine; eso sucede con Intemperie, basada en una novela magistralmente escrita por Jesús Carrasco, y que una vez leída, con dolor, ya no se va de ti. Es la historia de un niño que huye de una finca andaluza donde los dueños ejercen todos los derechos posibles, el de pernada, el de no pagar a los trabajadores, el de abusar de niños y niñas, en fin, del infierno en la tierra hasta que aparece una buena persona, que siempre existe para rescatarnos. Sólo por ver los escenarios naturales donde está rodada la historia (los secarrales de Orce, Galera y Castril en Granada), merece la pena disfrutar la película, el paisaje es un protagonista más. Es una maravillosa historia hecha western, con unos actores impecables, desde el más protagónico al menos. No suelen salir bien las adaptaciones cinematográficas de novelas, en este caso se consigue y de manera sobresaliente. Si esta película se lleva el Goya yo sería muy feliz.

O que arde, de Oliver Laxe; no puedo hablar de esta historia porque no he tenido la posibilidad de verla y bien que lo siento. Puedo y debo destacar que ganó en Cannes en premio del Jurado de un Certain Regard, que acaba de ganar el Premio Gaudí a mejor película europea y que tiene numerosas nominaciones en distintos premios, si por algo me gustaría que ganara, es para que la estrenaran en muchos cines y poder verla en pantalla grande.

Bonus:
Buñuel en el laberinto de las tortugas, de Salvador Simó, esta magnífica película de animación nos cuenta la historia del rodaje de Las Hurdes tierra sin pan, si no conoces la obra de Luis Buñuel esta cinta te ayudará a adentrarte en ella, sí la conoces disfrutarás mucho lo que aquí cuentan. Una joya cinematográfica que sólo tiene una nominación a mejor director novel, mejor película de animación, mejor guion adaptado y mejor música original; ojalá se gane todo.

No me queda mucho espacio para hablar de todas las categorías, ya quisiera, mientras, podemos jugar a apostar y divertirnos. Dicho todo esto, me extendería en otras candidaturas y en otras apuestas, pero entonces esto sería una novela por entregas; la suerte está echada y sólo queda esperar que gané la mejor película que no siempre coincide con la mejor dirección, tampoco con la más taquillera, así es la magia del cine.

Y, un deseo, ojalá poder ver muchas películas más películas españolas y latinoamericanas en las salas de cine de España. El día que, como país, tomemos conciencia que el cine es una industria más allá de la frivolidad que se le supone, habremos dado un gran paso adelante.

Bravo por el Goya de honor a Pepa Flores.

Más cine, por favor.

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