martes, 11 de octubre de 2011

Del 15M al 15O, otro mundo es posible


Entre una fecha y otra han pasado cinco meses, mucho o poco tiempo, según se mire y según el criterio de cada cual, pero si en el tango 20 años no son nada, cinco meses mucho menos.
He pensado mucho como titular esta reflexión, pero al fin y al cabo da igual, se trata de aportar razones para salir a la calle el próximo sábado y muchas de esas razones tienen forma de palabra.
Palabras como democracia, libertad, esperanza, pasión, valores, rebeldía, ilusión, cambio, movimiento, colectividad, despertar, primavera, responsabilidad, descubrimiento…..dignidad.

Descubrimiento porque hemos sabido encontrar la manera de querer cambiar las cosas de manera pacífica, mal que a muchos les pese.
Responsabilidad por asumir que las cosas no van bien, que las brechas son cada vez mayores y mayores las desigualdades y hemos empezado a llamar las cosas por su nombre.
Primavera porque en ella estábamos cuando nos encontramos y nos reconocimos y cuando nos reconocimos nos dimos cuenta que somos muchos y muchas, de todas las edades, de todas las razas, de todas las clases sociales y en  todos los lugares.
Despertar porque estábamos dormidos, porque pensábamos que democracia consistía en ir a votar cada cierto tiempo, porque  creímos que la democracia consistía en ser medianamente libres, con una mediana libertad de expresión, con una mediana libertad de elección y con una mediana sensación de que ya estaba todo logrado.
Colectividad que se da cuando somos capaces de darnos la palabra y escucharnos y cuando incluso en la discrepancia somos capaces de aceptar que no todos pensamos lo mismo ni tenemos porque hacerlo, que cada una de nuestras ideas cuenta y que sumadas todas pueden ser una gran idea.
Movimiento porque al fin volvimos a caminar, porque estábamos paralizados,  y en distintas columnas nos fuimos moviendo y nos fuimos acercando, porque el movimiento como el camino se hace al andar.
Cambio porque es como si mudáramos la piel tras un domingo soleado y de ser una sociedad soporizada  a la sombra cambiamos a vivir al  sol.
Ilusión porque desde la primera convocatoria  esta fue la pila recargable que nos hace caminar, aún sin saber que íbamos y vamos a encontrar ni cuantos íbamos y vamos a ser, y fuimos muchos y seremos más.
Valores porque una simple frase del gran José Luis Sampedro  consagra este movimiento: “hay que hablar de valores y no de intereses como viene sucediendo hasta ahora”.
Rebeldía porque no hay actitud vital más honesta y valiente que rebelarse frente a las imposiciones de unos pocos, frente a las injusticias, frente a las maldades, frente a las mentiras, frente a las manipulaciones, frente a la insolencia monetaria, militarista y política.

Pasión como motor fundamental para encarar el camino y a tarea por hacer, que ha sido y es arduo y no exento de baches, pasión porque sin esta misma, hasta la vida es imposile.
Esperanza, porqué esta, como el corazón habita en el lado izquierdo de la vida y aunque suene manido, es lo último que se pierde.
Libertad, porque no existe meta más hermosa para las personas, porque nos desprendimos del miedo, del miedo a no decir, a no hacer, a no levantar la voz, a no pensar, del miedo a los poderosos, del miedo a quien nos impone el miedo y del miedo a tener miedo.

Democracia  porque pienso que la democracia es la suma de todas estas cosas y muchas más y porque si bien vivimos en democracia, a veces, lo llaman democracia y no lo es.
El  sábado 15 de octubre  hay que  tomar las calles de todas las ciudades, de todos los pueblos, de todos los lugares, porque la calle es el hábitat natural de las personas y las personas debemos aspirar a unas vidas justas, y, volviendo a José Luis Sampedro “la vida es el referente”.
Dignidad porque no podemos aceptar como normal lo que es inmoral. Toma la calle.

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