sábado, 3 de enero de 2015

Hola 2015

Las primeras veinticuatro horas del año nuevo las he pasado enferma, algo debió sentarme mal el día 31 porque tanto la madrugada como el primer día del año fueron horribles. Y no, no ha sido resaca, apenas bebí una cerveza cenando y tres copas de cava, del bueno, eso sí, en mi casa tomamos cava del bueno; he pensado que quizás tenía tantas ganas de empezar un año nuevo que comí como 20 uvas, las mías y las de uno de mis sobrinos, creo, pero porque me gustan mucho. Y tampoco comí más de lo habitual, bueno de lo habitual en mi casa, sí, de lo habitual de casa de mi madre, no.

El caso es que yo había hablado con mi sobrina favorita (solo tengo una, lo demás son todos niños y no hay favoritos o mi vida correría peligro), y planeamos que el primer día del año las dos nos íbamos a poner muy guapas para el almuerzo en casa de la abuela; luego yo iba a dar mi primer paseo del año por la playa y hasta había pensando en ir al cine a ver la película sobre el matemático Alan Turing, The Imitation Game. 

El viernes mis planes consistían en ir a pasar el día a Sevilla, porque tenía ganas de conocer unas nuevas galerías de arte que han abierto, no pudo ser, me encontraba mejor, pero persistían las náuseas, así que todo lo que hice fue salir a dar un paseo porque me dolían todos los huesos de haber pasado más de veinticuatro horas en la cama. Ya por la noche pude empezar una nueva novela.

Cuando escribo esto ya es sábado, vamos por el tercer día del año y yo me encuentro bastante mejor, y con dos tres kilos de menos, aunque mi cuerpo sigue pensando a ratos lo contrario.

Y así han transcurrido los primeros días este este nuevo año, ni bragas rojas (que llevaba, sí. No exactamente rojas, más bien color vino tinto) ni propósitos, ni planes. Lo que he aprendido en lo que va de año, es que una vez que amanezcas, ponte en marcha. Lo único válido y a lo que no voy a renunciar es a los deseos, esos no me los pueden quitar, lo demás, está demostrado que no sirve para mucho.

Quiero pensar, como me ha dicho un amigo, que los peor de 2015 ya ha pasado de golpe y ahora todo es bueno. O sea, que este año ya solo puede ir a mejor. Que los reyes magos os traigan salud y de paso, algunos regalitos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario