jueves, 29 de enero de 2015

Una carta de amor

"No hay en el mundo nada que, en sentido absoluto, nos pertenezca" José Saramago, Ensayo sobre la ceguera.

El pasado domingo hacía mucho frío más había un sol radiante. Hacía muchos días que el sol no brillaba tanto y tan alto. Es duro el invierno. Y ¿qué hice yo? exacto, ir a la playa a dar un paseo, ya sabéis, mi casa es el mar. A Punta Umbría

En lugar de dar un paseo solo por la playa, empecé caminando por el espigón para luego caminar por la orilla, las vistas desde ese lugar son impresionantes; sin embargo encontré un camino lleno de lamentos y penas. La naturaleza estaba gritando por todo el paseo. No soy tan tonta (bueno un poco sí) como para pensar ha escrito lo que vi lo ha escrito ella, alguien lo ha hecho, evidentemente, pero quien quiera que sea, sabe de lo que habla.

Muchos sabéis que cuando paseas por el espigón a un lado encuentras las fábricas del polo químico de Huelva y al otro un mar infinito. Esto es lo que vi y así lo cuento. Las fotos hablan por si solas.
















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