martes, 15 de noviembre de 2016

Trump y las risas

"No ha que creer todo lo que se ve, ni en la prensa, ni en los políticos, pero hay que entender el mundo" José Saramago

De entrada proclamo que yo quería que ganara Hillary Clinton, sin medias tintas; no me gusta, pero quería que ganara, quería que perdiera Donald Trump. Quería que Hillary fuera presidenta de los Estados Unidos porque no quería que lo fuera Donald y no había más opciones.

Justo un mes antes del primer martes después del primer lunes de noviembre, predije lo que iba a suceder y lo puse en las redes sociales y creo, bueno no creo, sé que muchos pensaron que era una tontería más para conseguir muchos "me gusta" y no, sabía muy bien lo que estaba diciendo; ese había sido el fin de semana en que se publicaron los vídeos del candidato insultando a las mujeres y a tenor de las crónicas, la reacción entre los seguidores republicanos no estaba siendo la esperada y lo vi claro, Trump iba a ganar las elecciones y cada día habría más personas que iban decidir votarlo. Lo demás es historia ya.

Yo quería que ganara Hillary, que no haya sucedido me ha producido una enorme tristeza que no ha desaparecido con los días. Es muy fácil ser equidistante y pensar que eran los dos iguales, no voy a caer en eso. Cuando sucede un acontecimiento que nos impacta siempre hay que pararse y poner rostro y nombre a quienes se van a ver afectados; en mi caso conozco muy de cerca a tres personas que viven en Estados Unidos y que forman parte de mis afectos, Danae, Cecilia y Mariano, ellos proceden de Cuba, Nicaragua y Argentina y no saben como este resultado electoral  les va a afectar en su vida, de momento están muy preocupados y esperando respuestas. 

Y esto es un simple desahogo; lo que a mí me gustaría es que quienes tienen capacidad de ver, analizar, pronosticar y aportar soluciones, lo hagan. Yo no me siento capacitada para hacerlo, hay sociólogos,  pedagogos, politólogos, filósofos, antropólogos, periodistas que sí lo están  y son los que, desde mi punto de vista pueden aportar luz en la oscuridad que se ha instalado desde el nueve de noviembre; me cuesta entender de dónde sale tanto odio hacia el diferente, tanta indiferencia hacia el que sufre, tanta complicidad ante el machismo y el racismo, tanta desilusión y desesperación para capitular ante un iluminado. Y creo que es importante tomarse un tiempo para saber que ha sucedido, porque lo sucedido no lo ha hecho de la noche a la mañana y saberlo nos ayudará a que no vuelva a ocurrir.

Quiero saber con palabras que entienda, no quiero ese lenguaje académico y clasista que se usa para engañarnos, quiero hacerlo desde la humildad de saber que todos los votos son iguales y todos tienen el mismo valor, quiero hacerlo sin sentirme humillada por esa supuesta superioridad moral e intelectual de la palabrería que se usa para envolver la mala política que nos ha traído hasta aquí. Y quiero entender, quiero entender para aparcar el desasosiego, para sentir que se acabará pronto, para dejar de estar triste, para saber que no ocurrirá en otros lugares. Quiero entender para tener esperanza.

Me cuesta asumir como un país que hace ocho año puso a un negro en la Casa Blanca, ahora ha puesto a un tipo que es la antítesis No sé si el mundo iba a ser un lugar mejor con Hillary, sí sé que ya es  peor con Donald. Lo sucedido me parece una mala tragedia, yo quería que ganara Hillary, porque no quería que ganara Donald.

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