miércoles, 13 de marzo de 2013

Titulares (o no)


El Gobierno defiende a la patrulla de la Guardia Civil que arrolló mortalmente a una patera (El diario)
Una patera, veinticinco personas a bordo, una patrullera de la guardia civil que, a conciencia, la embiste, siete muertos, uno cuerpo recuperado, seis desaparecidos. Era un 13 de diciembre de 2012, el mar debía estar helado, la travesía desde el puerto de origen debió ser espantosa, frío, miedo, hambre, soledad; días, noches….siete personas no llegaron a ningún sitio, las otras dieciocho probablemente están en un centro de internamiento a la esperas de ser deportadas a sus países, de ser devueltos a la miseria.
Mientras, el ministro del interior, reconocido devoto del Opus Dei se ha limitado a felicitar la labor de la guardia civil (que no siempre es tan nefasta)  por esos mares, ni una palabra de misericordia hacia quienes perdieron la vida y a quienes, encerrados, han perdido la esperanza.
Los emigrantes son los culpables de lo sucedido, dicen algunos jueces y malpensantes, no haber querido venir.
Los mendigos "no son personas humanas", sino "cánceres de la sociedad" (Público)
Año 2009, cuatro cabezas rapadas dan una paliza a un indigente en Madrid. 2013 se celebra el juicio (cuatro años, cuatro largos años para intentar hacer justicia) y el abogado defensor de los atacantes, cuyo salvajismo les debe parecer una condición humana magnífica, despoja de esta al apaleado, por la única razón de que según él “no se ocupa de tener una digna”. Es posible que este abogado haya pasado por la universidad para ejercer su profesión, pero de educación están bien cortito y de humanidad no digamos, nada me sorprendería que fuera un espejo donde nos aconsejaran mirarnos, el desprecio por quienes no son como nosotros queremos que sean.
El respeto al derecho humano es la paz, decía el indio Benito Juárez, mucho me temo que derecho,  humano y paz empiezan a ser conceptos incompatibles.
El mendigo es culpable, vuelven a murmurar malpensantes, por haberse vuelto pobre e inadaptado.
Los siete jóvenes condenados por un atraco cometido cuando varios de ellos eran menores han sido ejecutados en Arabia Saudí por un pelotón de fusilamiento (El País)
El país con el que también nos une una entrañable amistad de compraventa de armas, Arabia Saudí, ha fusilado en su amanecer a 7 jóvenes que en el año 2005 cometieron un atraco cuando aún eran menores de edad. Atracar una joyería no está bien ni es algo que podamos hacer todos los días, pero probablemente esto fuera lo más atrevido que estos jóvenes encontrarán para hacer en un país donde la libertad ni está, ni se la espera. Me pregunto si esas armas con las que han sido fusilados, no les habrán sido vendidas por algunos de los gobiernos que ha tenido España, sería desgarrador, pero eso nunca lo sabremos, como nunca sabremos lo que nuestro gobierno y nuestro monarca, a los que tanto gusta pasearse de cacería por ese país, han hecho para evitar que esto suceda. Perdón, sí lo sabemos, les vamos a construir un tren de alta velocidad para que los lleve directo a la Meca, no importa que las mujeres no lo vayan a poder utilizar.
Los fusilados son los culpables, dirán los malpensantes, no haber robado a los ricos.
No importa lo que suceda, ni cual sea el lugar donde suceda, a veces la barbarie se convierte en norma donde menos lo esperas, sin importar el grado de civilización que puedas presumir tener.
Y a veces, demasiadas pienso si en alguna universidad están impartiendo títulos sobre indiferencia, la nuestra.

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