miércoles, 30 de marzo de 2011

Momentos

A veces la felicidad está en las pequeñas cosas, quizás porque a medida que se van cumpliendo años aprendes a elegir que vas queriendo y que no y que te va a proporcionar  más o menos satisfacción y aprender a valorar los buenos momentos de los que no esperas nada y sien embargo te producen felicidad y sobre todo una sonrisa infinita que se prolonga más allá de la falta de sueño, de los sinsabores del trabajo y las turbulencias que asolan el alma.
Ayer me tocó vivir uno de esos momentos que hoy y durante días atesoraré y economizaré en un  lugar de honor de mis paraísos privados a donde siempre puedo volver.
Ya dije en mi primera entrada en este blog, que carezco que inteligencia y lucidez y que todas mis emociones anidan en el estómago y hoy las mariposas están revueltas en su volar, pensando que la felicidad son momentos en los que sucede lo que no esperas.
Esta es la historia de un encuentro largamente  imaginado, deseado y ¿quién lo iba a decir? cumplido, mucho más allá de lo soñado.
Hace algunos años, creo que en  la semana santa del año 2007, un buen amigo me prestó la novela de Santiago Roncangliolo, Abril Rojo, ganadora del premio alfaguara 2006 y me dijo “te va a encantar, te vas a reír mucho”. He de reconocer que yo tenía mis suspicacias porque  las novelas premiadas no  siempre tienen calidad y a veces solo nos venden un producto, aun así confiando en el criterio de Luis (que así se llama el amigo prestante) empecé a leerla y ya no puede parar hasta llegar al final, literalmente, me la bebí como si fuera un buen gin-tonic.
Suele pasarme que cuando un escritor me gusta,  me lanzo compulsivamente a leer todo lo que ha  escrito, pensando que sus novelas van a seguir la misma línea que la debutante y que voy a seguir gozando. No es el caso de Roncangliolo, sus novelas y ensayos son, hasta ahora totalmente diferentes, pero igual de sabrosos, da igual que nos cuente una historia de pudor, un cuento de caimanes, una personalidad como la de Abimael guzmán, las memorias de una dama ó nos regale un viaje a Japón que nos deje tan cerca de la vida.
A partir de ese momento, empecé a seguirlo con su blog, sus columnas en El País, sus intervenciones en la ventana y decidí  fantasear con la idea de que viniera a Huelva en alguno de los eventos literarios que tenemos porque yo sentía la necesidad y las ganas de decirle que es un magnífico escritor, que es un placer leerlo, escucharlo y que me encantaría que me firmara uno de sus libros.
El 29 de marzo, con una primavera pujante en Huelva, el sueño se hizo realidad, Santiago Roncangliolo llegó, sacó sus  armas y nos regaló un maravilloso  relato negro sobre el “Chino Pajares”, que en realidad es una novela que habla de amistad, de complicidad, de geografías, en definitiva de la vida, con la que pudimos comprobar la magia de este escritor al juntar palabras y que nos hizo reír y disfrutar de una velada literaria diferente.
Una vez terminada la conferencia y en muy buena compañía, la noche transcurrió entre cervezas, vinos, tapas, sonrisas y chismes sobre Alfredo Bryce  Echenique y  Fidel Castro, Mario Vargas Llosa y Aznar, Boris Izaguirre y Jaime Bayly y confidencias sobre la utilidad del Facebook, la falta de sueño por tener bebes, cocinas y comidas, el primer beso, la perdida de la virginidad y la posibilidad de volver a encontrarnos en la casa común del festival. A veces la realidad supera a la ficción y un gran escritor es una persona normal.
Cuando iba camino de casa para dormir  yo  había trazado un mapa de su sonrisa  para no perderme cuando esté lejos……gracias Santiago.

domingo, 20 de marzo de 2011

Fé y esperanza


 "El objetivo no es acabar con Gadafi, y difícilmente se puede proteger al pueblo libio sin una intervención terrestre"  decía el Almirante Tafalla esta mañana de domingo en la cadena ser, quedando meridianamente clara que  la intención del batallón formado por unos pocos países de la ridículamente llamada comunidad internacional no es acabar con el tirano y que están bombardeando Trípoli, donde la gente ya está bastante jodida, yo me muevo entre el desconcierto, la perplejidad y la tristeza de otra guerra más en pleno siglo 21, dónde se suponer que los seres humanos deberíamos ser capaces de entendernos sin disparar.
Por lo pronto, mientras aguardo las cifras de los daños colaterales de la nueva Odisea del Amanecer (que así se llama la nueva aventura), espero que mi querido  gobierno, de ahora en adelante cuando se disponga a vender armas  de cualquier clase de destrucción, acompañe dicha venta con un prospecto en el que se indique al tirano-cliente de turno que “dichas armas no deben ser utilizadas en tiempos de crisis porque de ser así nos veremos obligados a obligar a la ONU ha dictar una resolución en la que se nos dé carta de libertad para utilizar nuestras armas y así destruir las armas que os vendimos y que no habéis sabido utilizar” y sobre todo os pedimos por favor “que  las armas que gentilmente os vendimos no apunten hacia ciudades donde se encuentran grandes pozos de petróleo que vamos a necesitar” , con una posdata en la que se recuerde que “cualquier fotografía, vídeo o grabación en la que aparezcamos juntos sea destruida, no descartando la posibilidad de que en el futuro podamos volver a repetirla”
Y mientras aguardo, confío ciegamente en que mi gobierno, de ahora en adelante tenga el mismo empeño en hacer cumplir todas las resoluciones de la ONU, así tengan que ver con Cuba, Palestina ó Guinea. Espero que mi gobierno no cierre las puertas de mi país a los libios que huyendo de las armas de unos y de otros vendrán a nuestras puertas a buscar un futuro mejor que el que entre todos les estamos ofreciendo bajo las bombas.
Y, sobre todo espero sinceramente que no sea cierta la sensación que tengo de que mi gobierno está utilizando este conflicto como arma de distracción masiva mientras en Europa se decide seguir jodiendo la vida a sus ciudadanos que ya vamos camino de quedarnos sin muchos derechos.
Porque como digo muchas veces, la paz es algo más que la ausencia de guerra, la paz es una cuestión de justicia, algo que los libios no han tenido en los 41 años, la mayoría de los cuales Gadafi (un auténtico hijo de puta) nos pareció un tipo digno de ser recibido y que no creo que vayan a tener pronto, a las pruebas de Egipto me remito, la llamada comunidad internacional acaba de avalar un referéndum que los mismos organizadores de la revolución han rechazado, porque entre otras cosas proponía que una mujer no pudiera acceder a la presidencia de ese país, ¿a qué juegan nuestros gobiernos?
Y a quienes me preguntan ¿qué  qué haría yo, qué cuál es mi solución? Mi respuesta es fácil, aunque sin altura intelectual. Yo no engordaría monstruos, algo que en la actualidad seguimos haciendo con Arabia Saudí, Qatar, Barheim, Emiratos Árabes, Guinea, China, Afganistán, Jordania y muchos más, solo por el mero interés comercial.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Pena

¿Cómo saber cuándo haces lo correcto, cómo saber que lo haces es lo que debes hacer, cómo saber que si lo haces estarás haciendo una especie de justicia poética? ¿ como dar un paso que piensas es justo y al mismo tiempo no hacer que quienes te quieren y te cuidan no sufran  por los pasos que puedas dar? ¿ cual es el momento de la vida en el que una debe dejar de diferenciar entre el bien y el mal y adaptarse a los nuevos tiempos y entender que esto da igual, que lo importante es vivir sin valorar el daño que causes, a quien te lleves por delante, cuantas injusticias cometas, las veces que infrinjas le ley, el daño que hagas?
Y ese algo más, dentro de las grandes miserias que en estos momentos abaten el mundo, tiene que ver con la cultura, con la educación,  con la complicidad mal entendida, con los secretos mal vendidos, con  la compra y la venta de las personas,  como dijo días pasados el gran escritor José Luis Sampedro “la corrupción es que hay hombres en venta y otros dispuestos a comprarlos” y a veces no hablamos solo de dinero, hay muchas maneras de comprar y muchas otras de venderse.
De verdad os digo que cuándo pienso que estoy segura que mi capacidad de sorpresa ha llegado a su límite, siempre hay algo más. En Huelva a veces  se le da un lugar que no corresponde a hombres que representan lo peor de la sociedad y cuanto más grande es la condena  más  amplio y publico es el lugar donde se le deja que se luzca. Lo peor y más triste  de todo es que hay al menos dos mujeres en  esta ciudad y provincia para las que el olvido nunca encuentra lugar, el lugar que se le da al maltratador.
Qué pena, de verdad, que pena.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Información y verdad

Cada día me molesta más como los medios de comunicación, ya sea televisión, radio, prensa escrita e  incluso la que sale por la red, nos cuentan lo que sucede, ó lo que ellos deciden que sucede, no consigo despegarme de la sensación que nos toman el pelo, al menos a mí y francamente, empieza a resultar algo cansado. Porque parece que información y verdad no tienen porque ir juntas. Y no digamos la transparencia.
Hace un momento el  principal informativo de televisión española, el telediario de las 9, ha abierto con  la noticia de que la anunciada huelga de los trabajadores de AENA ya está causando grandes pérdidas en el sector del turismo, justo en un momento en el que este sector se está recuperando, gracias sobre todo a que han caídos las visitas a los países en conflicto en la actualidad.
Y no es que no sea verdad esa noticia, pero la noticia estaría completa si se explicara cuales son los motivos que han originado dicha huelga, que no son otros que la próxima privatización del  49% de los aeropuertos españoles, privatización que de por sí ya es un error y que cuando se consume significará despidos más fáciles, más horas de trabajo y menos descanso para trabajadores, peores servicios y lo que es peor,  dejar en manos privadas bienes públicos. Igual sucedió con la huelga de controladores. Cuando se da una información hay que contarla toda y sobre todo dar voz a todas las partes implicadas. Sobre todo en televisiones públicas.
Por demás  en los últimos días hemos visto pasar en todos los medios  informativos, y como primeras noticias las entradas y salidas de políticos y políticas en distintos hospitales por causas que, francamente,  no nos interesan, supongo que hay que informar de eso porque al tener unas agendas repletas  sus ausencias causarían asombro y no es buenos ocultar nada, pero pienso que son informaciones que se pueden dar con un perfil mucho más bajo, entre otras cosas, porque la realidad y lo que cuentan en nada se parecen, una vez que terminan los informativos y vuelves a la realidad, siempre tiendo a preguntarme si es que vivimos en distintos planetas. Son solo dos ejemplos, hay miles y con noticias mucho más relevantes.
Yo, como espectadora, oyente y lectora me pregunto, ¿de verdad eso es hacer información? ¿es eso lo que enseñan en la facultades de periodismo? ¿de verdad lo que se pretende es contar cosas a la gente?
Vivo rodeada de periodistas, muchos de mis amigos y amigas los son, así que no estoy acusando a nadie de nada, solo que me causa tristeza la manipulación y la mentira, los ciudadanos tenemos derecho a saber la verdad. Claro que igual somos tontos y no nos hemos dado cuenta, sobre todo porque no nos lo han contado en el telediario.
Estoy convencida de que la libertad de expresión no consiste en manipular, mentir e insultar, ya sea de palabra ó a la inteligencia, pero desde luego ésta de hoy en día,  no es la que soñabamos cuando no la teníamos.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Preguntas

Los acontecimientos  a escala internacional se suceden de manera vertiginosa y yo no soy capaz de asimilar las novedades y sigo sin poder distinguir la realidad, de la verdad. Por eso me hago muchas preguntas.
En los últimos días solo se habla de Libia y la presumible guerra civil que en ese país se está librando, nada que ver con lo sucedido en Túnez y en Egipto. La última novedad hasta el momento de escribir este post, es que la comunidad internacional quiere llevar a Gadafi al tribunal penal internacional de La Haya por crímenes de lesa humanidad, y no seré yo quien se oponga a ello, sólo que me pregunto si los países que compraron su petróleo y que le vendieron las armas con las que se masacró a esa población (Estados Unidos, Alemania y España, principalmente), le guardaron su dinero en los bancos (Suiza, Estados Unidos y Gran Bretaña), y/o  se hicieron con construcciones en dicho país, van a ser citados por dicho tribunal  y en calidad de que, ¿de testigos?, ¿de cómplices? ¿de socios? ó ¿simplemente pasaban por allí? Los crímenes de lesa humanidad ¿son los de ahora ó también valen los de cuando éramos amigos y Gadafi instalaba su jaima en nuestros jardines? ¿los regalos recibidos por los gobernantes (el caballo de Aznar) serán prueba de algo?

¿No será verdad eso de que vamos a conseguir un mandato de la Onu para invadir Libia y  acabar con Gadafi (incómodo testigo)  para que no siga bombardeando a sus ciudadanos con las armas que nosotros le vendimos?
¿Merece la pena conseguir inversores para nuestro país, cuyos fondos provienen de países gobernados por oligarquías  y en los que las mujeres carecen de todo tipo de derechos y la libertad es una palabra que no aparece ni en los libros? ¿No es mejor seguir siendo un poco más pobres y que el día de mañana no tengamos nada que reprocharnos? 

¿Porqué cada vez que sucede algo que nos pone frente al espejo de nuestras contradicciones los todavía amigos, y los ahora enemigos pero antes amigos, le echan la culpa a Al Qaeda?
Yo es que soy de mucho preguntar.