martes, 26 de noviembre de 2019

¿Para qué sirve un festival de cine?

Para la alegría.

"Se nota mucho que la gente está feliz y contenta, se nota mucho que acogen bien aquí en Huelva, así que habrá que volver", Sergi López en la presentación de su película La inocencia.

El Festival de Huelva Cine Iberoamericano de Huelva llegó este año a la 45 edición y lo bueno de haber tenido distancia es tener una mejor perspectiva. ¡Feliz cumpleaños!

Celebrar este cumpleaños es, no sólo una fiesta, es una manera de decir, aquí seguimos, estamos, nos quedamos y dejadme deciros que considero a la cultura necesaria, vital y esencial para seguir viviendo en estos tiempos de aceleración, medias verdades y urgencias en los que estamos inmersos.

Por eso es un orgullo que el festival y quienes lo hacen, desde patronos a trabajadores, importantes estos últimos que trabajan durante todo el año de una manera silenciosa y constante, mantengan con responsabilidad la férrea voluntad de mantener puentes con una Iberoamérica que el resto del año nos parece lejana e inalcanzable.

Porque el festival no es más que el punto de encuentro que recoge el fruto del trabajo de un año y un punto de partida para trabajar en la edición que vendrá, y conviene no olvidar, que mientras aquí, a veces, es tratado con indiferencia al otro lado del río lo viven como una posibilidad y una esperanza.

Este año hemos podido ver historias de Perú, como país invitado, México, Argentina, República Dominicana, Guatemala, Colombia, España y Cuba, películas, cortos, documentales, historias que han reunido a más personas auténticas de esos países que la próxima cumbre sobre el cambio climático que se va a celebrar en Madrid y mucho más reales sobre la vida en esos países.

El festival de Huelva Cine Iberoamericano es un lugar donde las personas vienen para quedarse, ya sabemos que Huelva es un lugar al que resulta difícil llegar, pero al que siempre queremos volver, y cuando digo quedarse, es literal, hay directores que vinieron una vez, se enamoraron, se casaron, tuvieron hijos y aquí siguen entre nosotros, hay jurados que una vez que lo han sido, vuelven los años siguientes solo para poder disfrutar de películas, de citas, de paseos, de la gente, del calor y la luz de nuestra ciudad, hay directores que presentan una película, año sí, y año también, hay actores que vienen dos veces y luego son candidatos al Oscar al mejor actor, como nuestro amigo mexicano Demián Bichir, hay películas que siendo estrenadas en nuestro festival luego consiguen premios en otros festivales, hay películas que luego ganan premios Goya, hay películas que vienen al festival después de haber nacido en encuentros en este festival y así podría seguir dando argumentos para justificar un festival como este.

Hay Festival de Huelva Cine Iberoamericano porque hay películas y hay películas porque hay historias, y hay historias porque hay vida, creatividad, ilusión, trabajo, tesón, constancia. Y porque en tiempos de crisis políticas, económicas y  morales, apostar por la cultura es apostar por el futuro, por la educación, por la esperanza.

Los onubenses llevan, llevamos años apostando por  su festival (este año yo no he podido disfrutarlo mucho) y por esto me han llegado fotos y avisos de amigas y amigos que me decían las sesiones que se había llenado, quitando las de concurso, al menos en dos de la Sección Panorama puedo dar testimonio de sala llena y no hay más que ver las cifras de taquilla de estos últimos años.

Sería importante que los patronos tuvieran este detalle en cuenta de cara a un futuro donde el festival debe ser la apuesta cultural, turística y económica de Huelva y provincia. No es de recibo cuestionar un festival que en los últimos cuatro años ha ido a más, tras los años de incertidumbre, ni es suficiente asistir a la presentación y a las galas, hacerse  las fotos y salir corriendo hasta el próximo año.

El festival necesita un personal que trabaje en él todo el año, además del director, una estabilidad económica, porque ¿quién lo diría? la cultura es una inversión y la inversión es dinero que luego vuelve a la ciudad durante la semana de celebración, necesita una presencia constante en las redes sociales y en los medios de comunicación, tal y como hacen otros festivales; en resumen, es necesario trabajar todos en la misma dirección, que no es otra que el festival siga cumpliendo años, cuántos más, mejor para todos.

Y llegado este punto, hay que felicitar al festival este año por varias cosas; la primera de ellas es haber tenido en competición oficial a cuatro directoras, exactamente la mitad, cuatro mujeres que quizás han presentado los proyectos cinematográficos más arriesgados en esta edición, buena prueba de ello es la peruana Melina León que se ha alzado con el Colón de oro al mejor largometraje, por la estupenda Canción sin nombre.

En líneas generales, la presencia de mujeres directoras, productoras, montadoras, realizadoras, ha sido muy importante este año, y qué bien, no es más que un reflejo de la realidad. Mención especial, desde mi punto de vista, merece la película Pólvora en el corazón, dirigida por la guatemalteca Camila Urrutia, que muestra abiertamente a dos mujeres lesbianas en Guatemala y que retrata la violencia machista que a diario padecen las mujeres en ese país; esta historia, que por esto mismo ya merece ser tenida en cuenta, ha llevado a sus dos protagonistas femeninas, Andrea Henry y Vanessa Hernández a ganar el Colón de plata a mejor actriz.

La segunda es por la elección de las personas galardonadas, mención expresa al director peruano Francisco Lombardi, que ya ha estado otras veces en Huelva, y se mostraba encantado de volver y nosotros felices de que haya vuelto y con él, un ciclo de cine hecho en Perú con películas como Retablo y Wiñaypacha que están acaparando premios y nominaciones en festivales y entregas de premios en todo mundo. También Leticia Dolera, que nos dijo que somos un festival que desde hace muchos años ha sabido ver los puentes que nos unen con Iberoamérica, Juana Acosta, reafirmando los vínculos de Colombia con España y su cultura y Marta Velasco.

La tercera, por todo lo demás, la estupenda sección Panorama con las mejores películas vistas en distintos festivales, la sección Fantaterror Iberoamericano y ¿cómo no? el humor en la sección Comedia Iberoamericana, que estamos necesitados de risas. Los distintos eventos y actos, las mesas redondas con participación de estudiantes, la asistencia de los colegios para que empiecen a amar el cine desde pequeños, los encuentros entre profesionales del sector.

Y la cuarta, el pedazo de equipo humano que tiene el festival, encabezado por su director, Manuel H. Martín, no conozco a nadie que venga o pase por el festival que no tenga una palabra de agradecimiento, reconocimiento y cariño, que es lo más importante, porque es lo que deja huella*.

El Festival de Huelva Cine Iberoamericano es una inversión, en cultura, en turismo, en educación, en trabajo; es un lugar que sirve para encontrarnos y reconocernos, para construir puentes con Iberoamérica en un tiempo que hay quien quiere construir muros.

¿Para qué sirve un festival de cine? Para ver películas que de otra manera no podríamos ver, para hacer cultura, para promocionar a la ciudad, para generar empleo, para ampliar horizontes, para poner en valor la palabra hermandad entre España y América Latina, para querernos y para disfrutar.

*En un tiempo en que quien no se anuncia, no se vende, ver en redes sociales a directores, directoras, actores, actrices, que probablemente no conozcamos aquí pero tienen miles de seguidores, una foto de Huelva es una publicidad impagable, y cuanto antes entendamos esto, mejor será, para el festival y para la ciudad.

Pd 1.: Al no poder estar en el festival he podido seguirlo por las redes sociales, dejo algunos ejemplos de lo que he podido ver y que me han hecho sentir orgullo.

Pd 2.: El director del festival ha hecho hoy un balance de la edición El Festival de Huelva se consolida con más público y mayor presencia en los medios de comunicación

Pd 3.: El programa Días de Cine de Radio Televisión Española nos ve así Dias De Cine nos ofrece el resumen más completo del 45 Festival de Huelva de Cine Iberoamericano y qué bonito.


Piropos al festival
Piropos a la ciudad, definida como tropicaóotica
La alegría de estar en Huelva y en el festival de Camila Urrutia
Armond Cohen, director de la mexicana Souvenir siendo feliz
Director y protagonistas de Yo adolescente


Presentación de El Proeccionista
Andrea Henry, protagonista de Pólvora en el corazón piropeando a la ciudad
Pólvora en el corazón mostrando sus premios
Vanessa Hernández, actriz de Pólvora en el corazón charlando con un espectador