domingo, 31 de marzo de 2013

Al mal tiempo...

...buena cara dice el refrán, como todos sabemos, el refranero español es una pura contradicción y frente a este siempre podemos oponer "nunca llueve a gusto de todos".
El calendario dice que es primavera, a partir de hoy, el reloj dice que es primavera. Y mi cuerpo dice que es primavera; hace calor, me sobran las medias, las botas, el chaquetón. 
Es más, mi cuerpo pide ropa más ligera, más calle, un poco de alegría, que buena falta nos hace y caer sobre el mar, no solo para pasear, como he podido hacer estos días de vacaciones, uno de los cuales salió un poco de sol. Mar para mojar(se).

La lluvia es necesaria, todos lo sabemos y somos conscientes de ellos, y quizás la reflexión que debamos hacer es que la naturaleza se rebela por nuestro nefasto comportamiento hacia ella y tratar de enmendar nuestro comportamiento y cuidarla más, porque la naturaleza siempre se cobra lo que es suyo y el daño que le estamos haciendo parece irreparable. 


No me dejaré arrastrar por el pesimismo y la desazón que me produce tal cantidad de agua, los árboles y las flores anuncian que la primavera ha llegado para quedarse, solo debemos salir a la callea buscarla y sonreír, para que no le de pereza aparecerse y cantar, porque como dice Mario Benedetti:

cantamos porque el sol nos reconoce 
y porque el campo huele a primavera y 
porque en este tallo en aquel fruto 
cada pregunta tiene su respuesta

Feliz primavera.

lunes, 18 de marzo de 2013

Un lunes cualquiera


El pasado viernes tuve un sueño feo relacionado con el trabajo. Cuando esta mañana de lunes,  casi madrugada aún,  sonó el despertador, estaba despierta, como suele ser habitual; no tenía ganas de ir a trabajar, no quería ir a trabajar.
Al salir a la calle, el día ya era, amanece más temprano y es más fácil ponerte las gafas de sol para disimular.
En mi oficina me esperaba un paquete, el día empezaba a tejer sonrisas. El paquete venía de Ecuador, y traía este sombrero que aquí luce. Me lo enviaba una amiga que prometió hacerlo, Ingrid, no se sí ella se acordará, pero  ya otra vez me regalo un hermoso foulard rosa, también de su país, que llevo y luzco con carño y orgullo,  y un llavero que guarda las llaves de mi casa, la suya.
El sol seguía subiendo y la mañana se enderezaba; cuando volví de desayunar, otra alumna, Flor,  recién llegada a un curso, me obsequió con un café de República Dominicana, su país. Otra promesa cumplida.
Ya no parece necesario poner la estufa, la primavera empuja con fuerza, una alegría en tiempos de zozobra, quizás para tomar la calle. Y hay calor en el corazón y en las manos.
Ya, esta tarde, en la clase de pilates, una compañera hablando de su madre, que tiene 85 años, contaba, que esta al ir a su aula contra el alzehimer, no hace bicicleta porque siempre la cogen otras dos y que además todas son muy mayores. Inevitable una gran sonrisa, que carácter la señora.
Hoy ha sido (era lunes) pero me han regalado un sombrero ecuatoriano, un café dominicano y alguien a quien quiero mucho, ha sido feliz.
Quizás solo haya que frotar el sombrero, cual lámpara mágica.

miércoles, 13 de marzo de 2013

Titulares (o no)


El Gobierno defiende a la patrulla de la Guardia Civil que arrolló mortalmente a una patera (El diario)
Una patera, veinticinco personas a bordo, una patrullera de la guardia civil que, a conciencia, la embiste, siete muertos, uno cuerpo recuperado, seis desaparecidos. Era un 13 de diciembre de 2012, el mar debía estar helado, la travesía desde el puerto de origen debió ser espantosa, frío, miedo, hambre, soledad; días, noches….siete personas no llegaron a ningún sitio, las otras dieciocho probablemente están en un centro de internamiento a la esperas de ser deportadas a sus países, de ser devueltos a la miseria.
Mientras, el ministro del interior, reconocido devoto del Opus Dei se ha limitado a felicitar la labor de la guardia civil (que no siempre es tan nefasta)  por esos mares, ni una palabra de misericordia hacia quienes perdieron la vida y a quienes, encerrados, han perdido la esperanza.
Los emigrantes son los culpables de lo sucedido, dicen algunos jueces y malpensantes, no haber querido venir.
Los mendigos "no son personas humanas", sino "cánceres de la sociedad" (Público)
Año 2009, cuatro cabezas rapadas dan una paliza a un indigente en Madrid. 2013 se celebra el juicio (cuatro años, cuatro largos años para intentar hacer justicia) y el abogado defensor de los atacantes, cuyo salvajismo les debe parecer una condición humana magnífica, despoja de esta al apaleado, por la única razón de que según él “no se ocupa de tener una digna”. Es posible que este abogado haya pasado por la universidad para ejercer su profesión, pero de educación están bien cortito y de humanidad no digamos, nada me sorprendería que fuera un espejo donde nos aconsejaran mirarnos, el desprecio por quienes no son como nosotros queremos que sean.
El respeto al derecho humano es la paz, decía el indio Benito Juárez, mucho me temo que derecho,  humano y paz empiezan a ser conceptos incompatibles.
El mendigo es culpable, vuelven a murmurar malpensantes, por haberse vuelto pobre e inadaptado.
Los siete jóvenes condenados por un atraco cometido cuando varios de ellos eran menores han sido ejecutados en Arabia Saudí por un pelotón de fusilamiento (El País)
El país con el que también nos une una entrañable amistad de compraventa de armas, Arabia Saudí, ha fusilado en su amanecer a 7 jóvenes que en el año 2005 cometieron un atraco cuando aún eran menores de edad. Atracar una joyería no está bien ni es algo que podamos hacer todos los días, pero probablemente esto fuera lo más atrevido que estos jóvenes encontrarán para hacer en un país donde la libertad ni está, ni se la espera. Me pregunto si esas armas con las que han sido fusilados, no les habrán sido vendidas por algunos de los gobiernos que ha tenido España, sería desgarrador, pero eso nunca lo sabremos, como nunca sabremos lo que nuestro gobierno y nuestro monarca, a los que tanto gusta pasearse de cacería por ese país, han hecho para evitar que esto suceda. Perdón, sí lo sabemos, les vamos a construir un tren de alta velocidad para que los lleve directo a la Meca, no importa que las mujeres no lo vayan a poder utilizar.
Los fusilados son los culpables, dirán los malpensantes, no haber robado a los ricos.
No importa lo que suceda, ni cual sea el lugar donde suceda, a veces la barbarie se convierte en norma donde menos lo esperas, sin importar el grado de civilización que puedas presumir tener.
Y a veces, demasiadas pienso si en alguna universidad están impartiendo títulos sobre indiferencia, la nuestra.