jueves, 17 de diciembre de 2015

La política y la realidad

“La esperanza es como la sal, no alimenta pero da sabor al pan”, Ensayo sobre la lucidez de José Saramago

Cuando la campaña electoral agoniza y salvo honrosas excepciones, todo es un parloteo vacío, la vida sigue y a las cifras hay que ponerles rostro y nombre, aunque sea ficticio.

He conocido a un estudiante guineano que será uno de nuestros alumnos para el próximo semestre en uno de nuestros másteres, digamos que se llama Teodoro (*). Teodoro lleva cuatro años viviendo y estudiando en España, tiene sus papeles en regla y renueva su permiso de residencia cada vez que le toca. Ahora tiene que volver a hacerlo y le gusta hacer las cosas bien; dado que desde el mes de enero hasta junio será nuestro residente ha pensado que es mejor hacer las gestiones en la oficina de extranjería de Huelva. En esta oficina le han dicho que para renovarlo aquí debe estar empadronado en la localidad en la que va a residir, así que se ha dirigido al ayuntamiento.

En dicho ayuntamiento le han comunicado que necesita una constancia de estar matriculado en el programa de la universidad, nos la ha pedido, se la hemos hecho y la ha llevado. Cuando la ha presentado le han dicho que no es suficiente, que además tiene que presentar  una autorización (de la universidad parece ser);  sobra decir que es un alumno becado y matriculado, no necesita más autorización para nada.

Tampoco es la primera vez que esto sucede. Pero así son las cosas en los ayuntamientos del partido popular, hay que poner todas las trabas posibles para que las personas que no son españolas y blancas  no encuentren acomodo en ningún lugar. Eso tiene un nombre, se llama racismo institucional y es práctica habitual, con los empadronamientos y  con la sanidad. Teodoro va a intentar resolver esta situación y se ha ido sonriendo.

Este no ha sido el único incidente racista de la semana y para no ponerme pesada voy a copiar literalmente el correo enviado por otro de los alumnos que ¿vendrá? a partir del próximo mes de enero. Este chico ha ido, con todos sus documentos en regla y una petición escrita por parte de la universidad, a solicitar visa de estudios a la embajada de España en Ecuador y esto es lo que nos relata.

"Por medio del presente, quiero pedirle encarecidamente por favor su ayuda, ya que me negaron la visa por lo siguiente (adjunto documento):

No ha aportado pruebas de que dispone de que dispone de medios de subsistencia suficientes para la totalidad de la estancia prevista o para el regreso al país de origen o de residencia, o para el tránsito a un tercer país en el que tenga garantías de que será admitido, o bien no está en condiciones de obtener legalmente dichos medios.

Demostré que voy a estar becado.
Demostré que ya tengo comprados los pasajes de ida y regreso.
Demostré que estoy admitido en la Universidad Internacional de Andalucía.

En función de la negativa estoy viendo la forma y modo de conseguir dinero para que mi cuenta de ahorros, la única que presenté porque es en la que me pagan el sueldo tenga una cantidad considerable para que así ellos vean que tengo solvencia económica y ver la posibilidad de que ahí me den la visa que solicito.

Así como también les pido por favor su ayuda para que la UNIA, pueda interceder por mí de una u otra manera, ya que yo demostré toda la documentación necesaria para que ellos puedan evidenciar que estoy becado, de todas  maneras la única conclusión a la que llego es que vieron de qué yo no dispongo de tanto dinero. 

Deseo que por favor me ayuden, ya que de verdad quiero terminar este máster ya que he luchado demasiado para poder estudiarlo así como lo vengo haciendo y sería muy triste no poder culminarlo por algo que no me queda tan claro, por favor indiqueme que paso seguir para así no cometer errores.

Agradeciendo la atención prestada y en espera de sus favorables comentarios, me despido".

Y así son las cosas en las embajadas cuando gobierna el partido popular. Al  relacionarme con mujeres y hombres de muchas nacionalidades podría describir un catálogo de errores y  horrores  que durante los últimos cuatro años de gobierno se han incrementado notablemente. Se han dinamitado los puentes de cooperación con América Latina y con África y con ellos las buenas relaciones. Afortunadamente tanto a un lado como al otro del océano las personas están, estamos, por encima de los gobiernos.

Latinoamericanos y africanos son nuestros aliados naturales, y habrá quien quiera llamarlos hermanos, yo prefiero llamarlos amigos, porque los amigos son siempre la familia que uno elige. Pensad también en esto el próximo domingo a la hora de ir a votar, cuatro años más de gobierno racista e injusto se me hacen insoportables.

(*) Es bastante obvio que si el alumno se llamara Teodoro y se apellidara Obianag Ngema al ayuntamiento  no le habría importado que fuera negro.


miércoles, 9 de diciembre de 2015

Electorerismo

La política sin pedagogía es solo propaganda y a veces dan ganas de pedir que te avisen cuando acaben los anuncios.

Nada deseo tanto el 20 de diciembre como que el partido popular pierda las elecciones. Mariano Rajoy es un mentiroso compulsivo y no quiere ni puede evitarlo, además es mala persona. Albert Rivera es un niñato, un peligro potencial, una maquina engrasada para herir a un país y no necesitamos más dolor. Pablo Iglesias es un trilero, un  filibustero como no se conoce en la izquierda desde Felipe González; soy tan o más 15M como él y no necesito que me diga qué tengo que hacer (esto último ni él, ni nadie). Pedro Sánchez está bastante buenorro. Alberto Garzón es de una solvencia intelectual que asombra y brilla entre tanta mediocridad que habita en su casa y en las otras.

Descartando el Partido Popular, Ciudadanos y Podemos por una cuestión de principios solo quedan el Psoe e Izquierda Unida. Y diréis “ay, se te ve el plumero” y yo os diré “obvio, nada me parece tan sexy como un hombre que esté buenorro y un hombre que sabe usar la palabra”. Yo nunca me he escondido, no voy a hacerlo ahora. Nos falta crítica y autocrítica y nos sobra complacencia y autocomplacencia.

Luego la realidad es otra. Las elecciones en España son una trampa, tenemos que votar a quienes queremos que trabajen por nuestra ciudad y el resultado es que estamos votando a quien va a ser presidente del gobierno y esto requiere dos elecciones, como en cualquier país de nuestro entorno. Deberíamos poder votar en unas elecciones presidenciales y en unas elecciones legislativas y así nos ahorraríamos vergüenzas como la de habernos vistos representados por semejante calamidad llamada Rajoy, como si no hubiéramos tenido bastante con el sanguinario Aznar.

Y más, porque a la hora de votar, ves a las candidatas y los candidatos que aspirar a representar a tu ciudad y solo te quedan ganas de llorar, no es posible votar directamente al candidato presidencial y como en las ciudades pequeñas nos conocemos todas y todos, cuando ves a toda clase de aspirantes te dices a ti misma “madre  mía ¿no había nadie mejor?”. Imagino que en  todas las ciudades pasará lo mismo. Y se torna difícil la elección. Me temo que a Huelva los nuevos tiempos que corren en la política han pasado de refilón, no solo en los viejos partidos, en los nuevos habitan bastantes personas que han pasado por esos mismos viejos partidos, algunas llenas de resentimiento. Y la política no es resentimiento; es oídos, valentía, compromiso, honestidad, coherencia, cercanía y humanidad.

He de confesar que tanto el Psoe como Izquierda Unida han sido siempre mis opciones de voto, una más que el otro. A veces he sufrido con esa tesitura de elegir entre lo malo y lo peor y de verdad os digo que transmitir esa sensación es un desastre para la democracia. Ninguna persona debería verse obligada a elegir entre lo malo y lo peor cuando tienes que decidir qué quieres para tu país. Nos merecemos elegir lo mejor, de lo contrario nuestra democracia siempre será un poco de mentiras.

Porque en ellos tres hay personas a las que quiero, en las que confío, que me gustan y me caen bien, deseo toda la suerte del mundo a Izquierda Unida, al Psoe y a Podemos (lo sé, otra vez me estoy pronunciando) y espero que todas las personas en edad y capacidad de hacerlo vayan a votar. No creo en el voto útil, ya lo hice y hubo traición. Creo en el voto libre. A mí nadie me va a encontrar en lo políticamente correcto ni en el pensamiento único. Yo iré y lo haré porque quiero un nuevo país para mi sobrina y mis sobrinos.

Y ya estoy completamente mojada, pero la cara no te sirve para nada si no la das. Y no hay que tener miedo, salvo a que esté país siga en manos de la derecha, porque esto, además, da mucha vergüenza.


martes, 1 de diciembre de 2015

Cumplir años

“De esforzarme para ser la persona más sincera y humana posible, pero sin jamás renunciar a mí misma para buscar el aplauso del mundo” Chimamanda Ngozi Adichie, escritora nigeriana.

La vida es jodida y hermosa todos los días. Un día se va una mujer joven valiente y hermosa, al día siguiente nacen Nicolás y Carla y pasado Sira. Vida que va y que viene.

Cumplir años está bien, muy bien; recibes mucho cariño en forma de felicitaciones, regalos, llamadas, mensajes. Las personas que te quieren y a las que quieres dicen palabras maravillosas que hablan de ti, aunque a ti a veces te cueste reconocerte en lo que dicen. Eso hace que me sienta afortunada y aspirante diaria a ser como los afectos me ven. Cumplir años con tanto cariño de tantos lugares es estar en el corazón de muchas personas y vivir en muchos sitios y eso me hace feliz.

Aunque cumplir años también está mal. Es duro cumplir años a partir de los cuarenta y cinco; siempre lo he dicho, hasta los cuarenta y cinco es el ascenso, a partir de los cuarenta y seis es el descenso. Dicho esto sin dramatismo, que dicen es un sentido que se gana con la edad y que yo aún no he conseguido encontrar.

Tu cuerpo ya no es el mismo, tu vitalidad tampoco es la misma, tu fuerza disminuye, empiezas a cansarte antes, necesitas dormir más, comer mejor, hacer más ejercicio, te falla la vista y tienes que aumentar las dioptrías de las gafas, de las lentillas, y a veces te da la impresión de que vas a necesitar un audífono. Pero no, esto no; no es que te vayas quedando sorda es que te has vuelto más selectiva con lo que quieres escuchar y oír. Los achaques, esto es lo que llaman achaques y sí, llegan en tromba y sin avisar.

Por no hablar de la maldita menopausia y la invisibilidad. La menopausia es un horror, hay mujeres que dicen no sentirla (mi más profunda envidia) pero a veces llega a ser insoportable y no puedes evitar que ese estado se apodere de tu cuerpo y este se convierta en un carrusel, eso sí, carente de alegrías. La invisibilidad no parte de ti, pero la sientes tú; si te gustan los hombres, como es mi caso, te vuelves invisible para el sexo opuesto o casi, también es cierto que es el sexo opuesto que te interesa el que te ignora, los hombres que te gustan, los otros te siguen mirando, pero no son los que te gustan. Esto sigue siendo muy loco en cualquier edad.

Eso sí, con los años ganas en libertad, para elegir como quieres vivir, con quienes estar, con quienes compartir, con quienes reír, con quienes llorar, con quienes callar. Y hasta quienes te van a tomar el pelo, esto es lo más fácil, puedes decidir quién te va a mentir, quien te va a engañar y que es lo que quieres comprar. Nadie está exento de equivocarse, pero poder elegir es una sensación poderosa y te ayuda a vivir mejor. Y desde mi experiencia, a partir de los cincuenta, nunca sabes que va a pasar mañana, si sabes qué deseas que pase, pero no que pasará. Y el deseo nunca se pierde, solo se selecciona.

Es por esto que voy soportando menos los mediocres lugares comunes. Y uno que se oye y se lee a todas horas es el “los treinta son los nuevos veinte, los cuarenta son los nuevos treinta, los cincuenta son los nuevos cincuenta” y ¿los cincuenta y uno? ¿Eh? ¿Qué pasa con los cincuenta y uno, con que riman? Con nada. Y otro “con lo bien que te mantienes, lo bien que vives, todo lo que ganas es para ti ¿Porqué no te haces unos arreglitos en esas arrugas del cuello? te verías mejor” y te dan ganas de responder “tú eres la que no ves bien”; porque eso sí, siempre son mujeres las que hacen esos comentarios.Nunca he ocultado mis años, así que no necesito excusas para hacerlo. Me gusta cumplir años, no me gustaría cumplir muchos y me gusta ser consciente de ellos, para lo bueno y lo malo, sin disfraces, aunque la vida sea un carnaval.

Siempre he sido muy de llevar la contraria, viene de nacimiento y no cambia con los años. Mi madre me cuenta que cuando nací (soy la primera de mis hermanos) mi padre se enfadó, quería que su primer hijo fuera varón y nació niña, así que no quiso mirarme en todo el tiempo que pasé en el hospital con mi madre, solo después de ir al registro civil a inscribirme y llegar a casa. También es cierto que a veces me siento en tierra de nadie, porque en realidad yo nací en la madrugada del 1 al 2 de diciembre de 1964 y el día 1 ha quedado, tampoco está mal, al fin y al cabo es el mismo día que nació Rosa Parks al mundo.


He recibido muchas felicitaciones llenas de cariño, esta de Intermón Oxfam me ha emocionado, con los años he aprendido el valor del amor, la solidaridad y la generosidad.

domingo, 22 de noviembre de 2015

Una carta de amor al Festival de Cine Iberoamericano de Huelva

Para Adela y Begoña, eternas compañeras en la oscuridad de las salas y la luz de la vida.

Una vez mi padre estuvo 12 días en coma.

Sabía que casi todo iba a fallar, no por que sepa más  que nadie, sino porque se veía venir, solo había que sumar dos más dos y esta vez, saldrían cuatro y no era yo la única en hacerlo. Por el cariño y el respeto que le tengo al festival, me prometí a mí misma no decir ni media palabra hasta que acabara. Por dos razones, la primera, saber si estaba equivocada en la percepción y segunda y más importante no hacer daño al festival y esto hubiera sido fácil. Pero de eso ya se han encargado otras personas.
En concreto la dirección del festival, que teniendo la posibilidad de mejorar la edición del pasado año lo ha hecho aún peor y era difícil.

Podría remontarme a la presentación de la edición de este año en Madrid, donde se llevó a cabo una fiesta que pagamos todos los onubenses y en la que se pasearon (imagino que cobrando) caras bonitas de las teles y Lolita Flores (con todos mis respetos a esta mujer como artista) que finalmente no sirvió ni para salir en programas y revistas de cotilleo, mucho menos en la prensa especializada. Siguió con la presentación en el Festival de Cine de San Sebastián, en un bar, fuera del entorno festivalero y con invitado especial, Montxo Armendáriz y el anuncio a bombo y platillo que estaría en Huelva, cosa que finalmente no ha ocurrido. Más tarde, la presentación en Sevilla, con más pena que gloria y más canapés que medios de comunicación. La presentación en Huelva en mitad de la calle y en un caos organizativo entre los patronos se comenta por si sola.

Podría hacer referencia al caos organizativo del festival, abonos cobrados desde el 29 de octubre (en mi caso 20,50 euros) que al ir a recoger las entradas el pasado domingo 15 de noviembre no estaban, ni las entradas, ni la acreditación con mi nombre que me daba acceso a las entradas. No era el único caso, un periodista norteamericano delante de mí tuvo el mismo problema, así como otras personas de más medios y espectadores de la sala en general. Cuando buscabas respuestas, no las tenías.  

Al hilo de esto, y al cruzarme con el director del certamen, Pedro Castillo en la calle, le reclamé por la situación y me dijo que eso no podía ser así, que era imposible, le dije que yo no mentía y que respetara un festival que está hecho con el dinero de los ciudadanos, a lo que me respondió que él había puesto más dinero que nadie en este festival; antes mi insistencia en que me devolviera el dinero para poder comprar las entradas me dijo que lo haría y que me reglaría y un pase, a lo que me negué. Finalmente me señaló con el dedo diciendo que sabía de donde venía yo, de quien era amiga en lo que podría haber interpretado como una amenaza, cosa que no hice porque el tiempo es quien da y quita razones. La conversación fue más larga y afortunadamente hay testigos que presenciaron la conversación y la pérdida de papeles del susodicho. Luego he sabido estas situaciones han sido una constante durante la semana del festival, con empleados, con periodistas acreditados, con entidades colaboradoras y con medios de comunicación. Y para que conste, además del abono que nunca pude usar, he pagado religiosamente todas las entradas de las películas que he visto.

Uno de los alegatos que este señor esgrime es que conoce muy bien los festivales más famosos, Berlín, Venecia, Cannes; hay un refrán que dice que se coge antes a un mentiroso que a un cojo y en este caso se adapta a la perfección. En ninguno de estos festivales sus directores salen cada dos por tres al escenario en un afán de protagonismo que roza la indecencia; en la gala de apertura leyó el comunicado condenando los ataques a Francia, salió a acompañar a Belén Rueda que fue la primera homenajeada y finalmente se colocó en el centro de la foto final de dicha gala. Se coló en la visita a la cárcel, se coló en el escenario de la presentación de los cortos, y se coló en la gala final, acompañando a Aitana Sánchez Gijón y recogiendo los premios de una película mexicana de la que, por alguna razón inexplicable, no había representación. Entiendo que esto tiene que ver con la mediocridad. Las personas mediocres necesitan escenarios grandes para que no se vean sus limitaciones.

El protagonista de un festival de cine siempre debe ser el cine, de él es la fiesta.

Lo más importante de un festival de cine son las películas; pues bien ni en eso han acertado este año. No siempre es fácil traer buenas películas a concursar, pero es difícil traer una selección peor que la de este año, en cualquiera de sus sesiones. Siguiendo el orden de importancia es fundamental tener un buen equipo en comunicación; pues bien, el pasado año había uno y este otro, con un desconocimiento absoluto delo que hay que hacer. Sé, porque estaba allí, que el programa que hizo en directo Radio Huelva solicitó varios invitados, todos presentes en el festival y solo consiguieron a uno de ellos, el resto nadie sabía dónde estaban y tuvimos que improvisar e ir cazando invitados por el patio, la magia de la radio es seguir como si nada hubiera sucedido. Y por último, tener al frente del festival a una persona que realmente ame lo que hace, que tenga experiencia, que tenga contactos y sobre todo que no trate a Huelva como si fuéramos analfabetos y nos estuviera haciendo un favor, que no nos mire por encima del hombro y que no piense que el festival es suyo y puede hacer con él lo que le da la gana. Me parece perfecto que este evento tenga patrocinadores, pero no que ninguna empresa quiera hacer dinero con el festival como si fuera un producto comercial, todas las ganancias deben revertir la siguiente edición y esto es solo responsabilidad de los patronos que no son capaces de ejercer un férreo control del dinero de los ciudadanos.

Un ejemplo de esta actitud fue la espantosa gala de clausura donde el mal gusto estuvo a la altura con un guión en el que las presentadoras pedían a los políticos presentes en la gala que dejaran trabajar al director, el peor número musical posible, los malos presentadores y unos premios a los que les han  puesto los apellidos de las empresas colaboradoras, lo que convirtió la gala en un carrusel de anuncios publicitarios donde los colones entregados parecían no significar nada.

Podría seguir y seguir, seguramente acabaría llorando y no quiero; nadie me ha escuchado en público durante toda la semana que dura el festival nada contra él, he estado haciendo lo que se hace en estas maravillosas ocasiones, ir al cine y ver películas junto a cientos de espectadores diariamente. Tal y como hice el año pasado aquí El festival, esta es mi versión de lo sucedido una vez finalizado. Quiero, espero, deseo y sueño con que el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva cumpla muchos años más. Sigo a su disposición total para lo que pueda aportar y me consta que no soy la única, somos muchos y muchas a los que nos encantaría sumar en el festival. Pero la edición número 42 no puede esperar, si no se está trabajando en ella ya, tardando se está.

Vuelvo al principio. Una vez mi padre estuvo 12 días en coma. Hoy sigue vivo. Dos años de coma para el festival son suficientes para hacerlo resucitar. Porque toda la vida es cine y los sueños, cine son.

Y quedarse con lo bueno, como este encuentro con Soledad Villamil, protagonista de El secreto de sus ojos y el mismo amor, la misma lluvia y estupenda cantante de tangos, que este año ha sido parte del Jurado Oficial del Festival 



martes, 10 de noviembre de 2015

Palabras


Desde hace tiempo tengo una, creo insana, preocupación por el uso de las palabras, por el mal uso de las palabras; por el abuso de las palabras bonitas para definir situaciones  y acontecimientos mediocres.

Hoy, diez de noviembre es uno de esos días. Porque ayer, nueve de noviembre se llevó a cabo lo que se ha dado en llamar “el inicio de la ruptura Cataluña y España”. Y es uno de esos días porque entre las muchas cosas que se han dicho y escrito para describirlo, la más grotesca de todas es  “este momento es peor que el 23F”; para quienes no lo sepan o no lo recuerden, el 23F se refiere al intento de golpe de estado que sufrió en 1981 la incipiente democracia española.

Así  que voy a hacer un pequeño ejercicio de memoria porque lo recuerdo todo perfectamente; cinco días antes la separación de mis padres se había hecho oficial y en ese momento los seis hermanos que somos vivíamos con mi madre, mi padre ya era una ausencia. No eran fáciles esos primeros días.

Aquél 23F yo estaba estudiando en Huelva  y por la tarde volví a Gibraleón, al llegar a mi casa, mi madre no estaba, había ido a su habitual reunión de catequistas en la parroquia; al rato llegó muy asustada y preocupada, queriendo que todos sus hijos estuvieran en casa, recogidos, viendo por la tele lo que sucedía y diciéndonos que estuviéramos tranquilos, los estábamos, quizás porque aún no éramos muy conscientes de casi nada, al menos los más pequeños de la familia.

Sobre las  nueve de la noche nos fuimos a la cama, que no ha dormir, al fin y al cabo era un hecho histórico lo que sucedía, pero mi madre era bastante intransigente con las horas de descansos en época de estudios. Yo por aquél entonces tenía dieciséis años recién cumplidos y ya me interesaba la política, ya había acudido a algunas manifestaciones (de la mano de mis padres), ya tenía opinión  y estar en la cama me resultaba incomodo, así que me levanté y fui hasta el salón esperando encontrar a mi madre allí pendiente del televisor. No estaba allí.

Estaba en la cocina, sentada en una silla, con unas tijeras en una mano y un libro en otra. Mi madre estaba haciendo pedacitos libros que ella amaba porque no sabía qué iba a pasar, y sí sabía lo que había pasado cuando se dio un golpe de estado en el año 1936. Es una imagen que no se me va a olvidar nunca, en realidad son dos; el miedo en la cara de mi madre y el dolor de deshacerte de un libro que forma parte de tu vida.

Por todo esto y más, cada quien podrá contar su historia de ese día, digo que me produce bochorno esta comparación y me preocupa que sea caldo de cultivo para que haya quien se le ocurra pedir el uso militar de la fuerza para resolver una situación que tiene responsables con nombre y apellidos y están en el gobierno español y en el gobierno catalán y ambos, más que miedo, dan vergüenza.

Y, por aclarar, esta historia de España y Cataluña ocupa el último lugar de mis preocupaciones siendo muy generosa, en realidad me resulta bastante hilarante. Lo que de verdad me preocupa es que el espacio que esto ocupa es tan grande que no queda para hablar, seguir hablando de los recortes en educación. Porque una buena educación nos llevaría a usar bien las palabras. Y la democracia.

jueves, 22 de octubre de 2015

Más que grafitis. Tatuajes

Chile (toma final). 

Días pasados, durante el viaje, había dicho que una de las cosas que más me había sorprendido en el viaje eran los grafitis, ya dediqué una entrada a los que encontré en Valdivia. Aquí van una selección de los que encontré en el barrio de Bellavista en Santiago y en Valparaíso. La elección no ha sido fácil, son decenas y sé que muchos otros no los vi. Ojalá os gusten y os den ganas de viajar. Gracias Chile.

Barrio Bellavista





















Valparaíso