“La esperanza es como la sal, no alimenta pero da sabor al pan”, Ensayo
sobre la lucidez de José Saramago
Cuando la campaña electoral
agoniza y salvo honrosas excepciones, todo es un parloteo vacío, la vida sigue
y a las cifras hay que ponerles rostro y nombre, aunque sea ficticio.
He conocido a un estudiante
guineano que será uno de nuestros alumnos para el próximo semestre en uno de
nuestros másteres, digamos que se llama Teodoro (*). Teodoro lleva cuatro años
viviendo y estudiando en España, tiene sus papeles en regla y renueva su permiso de
residencia cada vez que le toca. Ahora tiene que volver a hacerlo y le gusta hacer
las cosas bien; dado que desde el mes de
enero hasta junio será nuestro residente ha pensado que es mejor hacer las
gestiones en la oficina de extranjería de Huelva. En esta oficina le han dicho
que para renovarlo aquí debe estar empadronado en la localidad en la que va a
residir, así que se ha dirigido al ayuntamiento.
En dicho ayuntamiento le han comunicado que necesita una constancia de estar matriculado en el programa de la
universidad, nos la ha pedido, se la hemos hecho y la ha llevado. Cuando la ha
presentado le han dicho que no es suficiente, que además tiene que presentar una autorización (de la universidad parece
ser); sobra decir que es un
alumno becado y matriculado, no necesita más autorización para nada.
Tampoco es la primera vez que esto sucede. Pero así son las cosas en los
ayuntamientos del partido popular, hay que poner todas las trabas posibles para
que las personas que no son españolas y blancas
no encuentren acomodo en ningún lugar. Eso tiene un nombre, se llama
racismo institucional y es práctica habitual, con los empadronamientos y con la sanidad. Teodoro va a intentar
resolver esta situación y se ha ido sonriendo.
Este no ha sido el único
incidente racista de la semana y para no ponerme pesada voy a copiar
literalmente el correo enviado por otro de los alumnos que ¿vendrá? a partir
del próximo mes de enero. Este chico ha ido, con todos sus documentos en regla
y una petición escrita por parte de la universidad, a solicitar visa de estudios
a la embajada de España en Ecuador y esto es lo que nos relata.
"Por
medio del presente, quiero pedirle encarecidamente por favor su ayuda, ya que
me negaron la visa por lo siguiente (adjunto documento):
No ha
aportado pruebas de que dispone de que dispone de medios de subsistencia
suficientes para la totalidad de la estancia prevista o para el regreso al país
de origen o de residencia, o para el tránsito a un tercer país en el que tenga
garantías de que será admitido, o bien no está en condiciones de obtener
legalmente dichos medios.
Demostré
que voy a estar becado.
Demostré
que ya tengo comprados los pasajes de ida y regreso.
Demostré
que estoy admitido en la Universidad Internacional de Andalucía.
En
función de la negativa estoy viendo la forma y modo de conseguir dinero para
que mi cuenta de ahorros, la única que presenté porque es en la que me pagan el
sueldo tenga una cantidad considerable para que así ellos vean que tengo solvencia
económica y ver la posibilidad de que ahí me den la visa que solicito.
Así
como también les pido por favor su ayuda para que la UNIA, pueda interceder por
mí de una u otra manera, ya que yo demostré toda la documentación necesaria
para que ellos puedan evidenciar que estoy becado, de todas maneras la única conclusión a la que llego es
que vieron de qué yo no dispongo de tanto dinero.
Deseo
que por favor me ayuden, ya que de verdad quiero terminar este máster ya que he luchado demasiado para poder estudiarlo así como lo vengo haciendo y sería muy
triste no poder culminarlo por algo que no me queda tan claro, por favor
indiqueme que paso seguir para así no cometer errores.
Agradeciendo
la atención prestada y en espera de sus favorables comentarios, me despido".
Y así son las cosas en las embajadas cuando gobierna el partido popular. Al
relacionarme con mujeres y hombres de muchas nacionalidades podría
describir un catálogo de errores y horrores
que durante los últimos cuatro años de
gobierno se han incrementado notablemente. Se han dinamitado los puentes de cooperación
con América Latina y con África y con ellos las buenas relaciones.
Afortunadamente tanto a un lado como al otro del océano las personas están,
estamos, por encima de los gobiernos.
Latinoamericanos y africanos son
nuestros aliados naturales, y habrá quien quiera llamarlos hermanos, yo
prefiero llamarlos amigos, porque los amigos son siempre la familia que uno
elige. Pensad también en esto el próximo domingo a la hora de ir a votar,
cuatro años más de gobierno racista e injusto se me hacen insoportables.
(*) Es bastante obvio que si el
alumno se llamara Teodoro y se apellidara Obianag Ngema al ayuntamiento no le habría importado que fuera negro.