lunes, 24 de julio de 2017

A medias


No sabía muy bien como titular esta entrada de hoy porque a veces se me agotan las palabras para las injusticias y la alegría se queda a medias por quienes vienen y la tristeza porque quienes no lo consiguieron.

Sería allá por el mes de abril cuando en la universidad se confirmaron los cursos de verano que íbamos a tener este año y entre ellos, por segundo año, uno titulado Traducción, interculturalidad y comunicación (árabe-español) con un alumnado mayoritario de países árabes, Marruecos, Tunez, Argelia y Egipto. Se iniciaba entonces la odisea de que alumnos y alumnas de esos países iniciaran los trámites de visa. Para facilitar las cosas, desde la universidad enviamos información con los datos de las personas que iban a solicitar visa a los distintos consulados.

Al gobierno español se le llena la boca de palabras como "cooperación", "países hermanos", "intercambio" "colaboración mutua", pero a la hora de la verdad es todo lo contrario. No hay cooperación, ni somos países hermanos, no queremos intercambios y la colaboración mutua se refiere casi únicamente a negocios, para los que las fronteras no existen.

Es realmente agotador; este año las piedras en el camino han sido varias, dar la cita en el consulado para un día de agosto cuando el curso se celebra en julio, pedir una documentación que no viene en los requisitos exigidos, no conceder los diez días de plazo para subsanar errores, que se dan en cualquier administración pública española y los consulados lo son, decir que no coincide un apellido porque en la constancia aparece una a y es una e y una que me ha dolido especialmente, citar a un alumno el míércoles del curso para entregarle la visa, siendo así que tendría que viajar el jueves y apenas estaría llegando a la clausura del curso, él se lamentaba amargamente en un correo de que era muy injusto eso; en fin, excusas indecentes con el único objetivo de impedir que hombres y mujeres de estos países llegaran a nuestro país. 

De los casi cincuenta alumnos que estaba previsto que vinieran, finalmente han asistido veinticinco y la mayoría está de vuelta ya en su casa y no sólo por voluntad propia, sino porque les ha sido otorgada una visa para diez días, una cosa absolutamente ridícula, no se les da la oportunidad de que hagan un poco de turismo y no porque no estuvieran interesados, el resto lo hará en los próximos días.
El grupo de alumnos y alumnas al completo


Desde el primer día he sido testigo de las zancadillas, de sus angustias, de su impotencia a veces. son hombres y  mujeres que hablan español perfectamente y que el curso les es útil para su trabajo y su formación, la mayoría se dedica a la educación y algunos de ellos están cursando un doctorado en filología hispánica, otros y otras tienen hijos e hijas, uno de ellos estaba recién casado; ninguno tenía ni una sola razón para querer quedarse a vivir aquí. El único objetivo de su viajes es un aprendizaje y un diploma que les va a facilitar mucho la vida para su tarea profesional. Es importante para ellos y ellas porque es un curso fruto de un acuerdo con la asociación de hispanistas árabes, esos que llevan años proclamando el español en sus países.

Desde el primer día que llegaron a La Rábida han pasado por la secretaría de alumnos para agradecer mi apoyo, yo les digo que ha sido el apoyo de la universidad, pero han insistido en su agradecimiento hacia mi persona y yo no puedo más que sentir que todo el trabajo, la insistencia y cariño que a veces una se deja en el camino, merece la alegría de los abrazos finales.

Najlaa, la primera en venir a abrazarme y pedirme una foto y que se fue diciendo que me iba a echar de menos.

Chafik, Hamid, Najlaa, Mohamed, Aloula y Lalia

Hamid, que quería presumir de foto con la "profesora"

Pd.: La política exterior respecto a la concesión de visados es un auténtico desastre  y por lo tanto dañina, no hay un criterio desde el ministerio de asuntos exteriores, ni desde el ministerio del interior, común a todos los consulados y embajadas, teniendo esto como consecuencia que cada uno de estos pida dcoumentos a su libre albedrío cuando la ley es clara. 

Pd2.: A ningún árabe rico (sin importar cual sea el origen de su riqueza) se le pone impedimento para entrar por tierra, mar y aire. A ningún africano rico (sin importar cual sea el origen de su riqueza) se le pone impedimento para entrar por tierra, mar y aire. Las fronteras han matado, matan y matarán. 

Pd3.: Otro día contaré el disimulo ridículo de la guardia civil para preguntar sin preguntar que era lo que había en la universidad para que vinieran tantos árabes ¡Ay, señor o Alá!