lunes, 29 de abril de 2013

Lo útil


Casi siempre en este rincón, cuando hablo de mis alumnos, pareciera que solo tenemos alumnos latinoamericanos, pero no es así, también tenemos alumnos españoles, cada vez más que asumen la importancia adquirir conocimientos y que no es necesario irse a una universidad de más nombre y prestigio, pero no sé si más efectiva que la nuestra a la hora de impartir prosgrados.
Desde el mes de septiembre del pasado año  hasta marzo de este ha tenido lugar en la Sede de La Rábida de la Unia la primera edición del  curso de experto en fotografía y comunicación digital, que no es más que una manera de saber utilizar mejor nuestro ojo observador. No fue fácil conseguir un número suficientes de alumnos, para mucha gente la fotografía no es más que una afición en su tiempo libre y en tiempos de crisis no es posible pagar una matrícula para un hobby.
Para los profesionales de la fotografía, que nunca se cansan de aprender, tampoco era un buen momentos, los directores y dueños de medios escritos han decidido  minusvalorar tanto el trabajo de sus reporteros gráficos que les pagan una miseria, aunque luego sean los primeros en sacar pecho cuando ganan premios.
Pero lo conseguimos, había muchas solicitudes, muchas ganas y pocas becas, pero lo conseguimos, otorgamos becas de media matrícula, ampliando los beneficiarios  y  dimos facilidades de pago para la otra media y conseguimos armar un buen grupo, no exento de algunos problemas al principio, pero hemos aprendido para el segundo. Aquí los tienen.






Lo útil que quiero resaltar es lo imprescindible e importante que es la apuesta por la educación pública en estos tiempos en que los recortes en educación quieren llevar a que los ciudadanos dejen de serlo para convertirse en siervos, que dejen de ser activos para convertirse en pasivos. La mayor revolución es la educación oigo decir mucho últimamente. Y sí, cualquier día uno de estos alumnos o de los que vendrán, quizás gane un premio Pulitzer de fotografía y ves su trabajo expuesto en cualquiera de los grandes museos que por ahí abundan, y quizás haya quien no pueda sacar pecho ni fotografiarse junto a él, porque suya fue la culpa de mal trato a la educación pública.





Y a veces en los caminos a recorrer se llenan de pérdidas irreparables, como la de Paco Elvira, prestigioso reportero que nos contó guerras, miserias y alegrías, pero que en su infinita humildad, impartió en nuestro curso una de sus últimas clases dejando en los alumnos todo el conocimiento que la generosidad y solidaridad hace posible. A él está dedicada la exposición. Estais invitados a visitarla, es una pequeña muestra del mucho talento que hay en Huelva. Orgullosa estoy de todos, emocionada además porque algunos son mis amigos, ese es el lujo.




lunes, 15 de abril de 2013

A veces, muchas, dudo


“Caminante, no hay camino se hace camino al andar” Antonio Machado

Hace unas semanas se presentó una pareja en la sección de alumnos de La Rábida; él, geólogo estaba interesada en un curso que se inicia el próximo lunes, ella, psicopedagóga,  quería saber si teníamos becas de colaboración con Latinoamérica. A él le di información sobre el curso, me dijo que iba a esperar a matricularse, que estaba pendiente de un trabajo; a ella le conté que durante la última campaña electoral del presidente Zapatero, el entonces ministro de asuntos exteriores, Miguel Ángel Moratinos, en un encuentro con nuestros estudiantes,  prometió que si ganaban, durante la siguiente legislatura crearían unas becas como las Erasmus para América Latina y pondría fin al problema de las visas, para quienes de allá vienen. Ni que decir tiene, que esas promesas, como muchas otros, quedaron olvidadas al salir en coche oficial de la nuestra sede.
Ella me dijo que estaba dispuesta a emigrar, a cualquier lugar de Latinoamérica, por el idioma y porque piensa que de alguna manera se iba a sentir más en casa. La anime a irse, a ambos, les conté casos de otros alumnos que ya han emigrado y que les va bien o bastante bien, pero que lo hicieran siempre de manera legal, protegidos con permisos de trabajo  y con algún dinero para poder vivir hasta que encontraran algo; ella me contó que el dinero no le preocupaba, que tenía unos ahorros de cuando trabajaba, que ella nunca había vivido por encima de sus posibilidades, que siempre había vivido de acuerdo con sus principios, eso me emocionó y pensé cuan injusto está siendo este país con algunos de sus mejores ciudadanos.
Hoy por la tarde el chico volvió, sabes que estamos al límite de poder matricularse en el curso de su interés y aún espera él trabajo (que no tiene nada que ver con sus estudios)  del que estaba pendiente,” quizás mañana dice, pero quiero saber si puedo matricularme si no consigo el trabajo”.
El chico quería saber si el curso en el que quiere participar le va a ser útil para encontrar trabajo. Le he dicho la verdad, en todos los años que celebramos ese curso y van nueve, no hay un solo alumno o alumna que haya salidos triste, al contrario, les ha sido muy útil laboralmente y los lazos humanos entre los participantes permanecen inalterables al paso del tiempo, yo misma sigo teniendo relación con muchos de ellos. Le he animado, a matricularse y aprovechar el curso,  a conocer otras realidades con los alumnos latinoamericanos y de otros lugares de España que vengan, a tejer con hilos de colores relaciones que podrán serle útiles.
Me ha dicho que si no le dan el trabajo que espera, al finalizar el curso, él y su pareja se irán. También le he animado a hacerlo, Latinoamérica en estos momentos, es un buen lugar para recalar, y a pesar de nuestra actitud hostil como país, nos reciben con los brazos abiertos, ansían nuestros conocimientos, se sienten en deuda porque hubo en tiempo en que los acogimos y la mayoría de ellos practica el verdadero sentido de la hermandad y la solidaridad, sin rencor, que es el sentimiento más absurdo de la historia de la humanidad.
Lo que me aterra  es la mirada de confianza  e ilusión que he visto en él mientras hablábamos,  no le estaba vendiendo un producto, le estaba hablando como lo haría con uno de mis hermanos o con uno de mis amigos, de algún modo, me siento responsable de que,  si deciden a dar el paso, les vaya bien. La duda sobre si estaré haciendo lo correcto, a veces, se me agarra en el corazón.
De un tiempo a esta parte mi realidad diaria se tiñe con la voz de alguien que busca respuestas, no ya al futuro, sino al presente y visualiza  el lugar donde trabajo como el sitio donde encontrar calor y ánimos para cruzar el océano que nos une más que nos separa.
Hombres y mujeres magníficamente preparados a los que esta crisis de valores y económica y esta Europa integrada por gobiernos sin alma empuja al abismo. Un abismo que yo espero que se traduzca en riqueza moral, porque si de algo estoy segura en esta vida, es que cualquier país de esa América Latina que desde nuestras altas instancias tanto se desprecia, te cambian la vida al minuto uno de llegar a cualquiera de ellos. Para mejor.

jueves, 4 de abril de 2013

Marca España


Mucho me temo que el concepto de Marca España que tiene el gobierno no tiene nada que ver con el que tengo yo. De hecho aún no consigo entender muy bien que significa ese concepto, debe ser porque no tengo ningún sentido patriótico; mi patria son la familia que amo, los amigos que quiero, los mundos a los que viajo, los amores que he tenido…los que, aún,  me quedan  por tener.
Dicho esto, como declaración de principio y de existir la marca España, en mi humilde opinión, lo que de verdad la está perjudicando y mucho es  tener una familia real viviendo del pueblo pero sin el pueblo, tener un gobierno que miente, tener un congreso de los diputados sitiado por la policía a resguardo de las protestas ciudadanas, tener una clase política que en su mayoría vive a años luz de los ciudadanos y que miente constantemente,  tener cuentas en Suiza, tener una clase empresarial que roba, estafa y pide rebajas en derechos de los trabajadores sin ruborizarse, utilizar dinero público para lucrarse uno mismo, dar dinero a los bancos mientras la gente se queda sin casa, sin trabajo, sin derechos.
Las personas buscando comida en la basura y los millones de personas que viven por debajo del umbral de la pobreza.
Tener inmigrantes encerrados en CÍE,s, negarles asistencia sanitaria gratuita, acabar con la ley de dependencia, ser homófobo, racista, machista y soberbio, recortar en educación, no recortar a la iglesia, dejar sin asistencia a los mayores, recortar y privatizar la sanidad, expulsar inmigrantes, negar visas de estudios a ciudadanos y ciudadanas de otros países, deportar gente de los aeropuertos sin darles asistencia letrada, apoyar y defender a empresas que saquean y esquilman a otros países, manipular la televisión pública, hacer la justicia inaccesible para la mayoría de los ciudadanos.
Tener las calles de las ciudades llenas de mierda porque los alcaldes gastan el dinero en obras mastodónticas innecesarias, en propaganda y prebendas, que los colegios se caigan a pedazos porque no hay dineros para arreglarlos, que eliminen vías de tren convencionales par aponer solo alta velocidad y que solo puedan viajar los que más tienen, subir el Iva de la cultura para que la gente no sepa y si no sabe, no protesta, y si no protesta poder seguir campando por sus respetos.
Y lo que es absolutamente imperdonable es que la generación mejor preparada de este país tenga que irse porque en este “su gran” país, carecen de cualquier posibilidad no ya de futuro, ni siquiera de presente y se les debería haber caído la cara de vergüenza de que en pleno siglo XXI la caridad y la compasión hayan sustituido a la justicia social.  La persecución de la discrepancia y la absoluta falta de respeto por las libertades ajenas, el acoso a la justicia independiente y a la libertad de prensa. Y seguir viviendo del cuento de la “ejemplar” transición que tuvimos, cuando todos sabemos que las transiciones son una buena capa que todo lo tapa.
La verdadera marca España son los de Juventud Sin Futuro, los del 15M, los  que paran desahucios, las familias que se multiplican para cubrir todos los frentes, los trabajadores que pelean, los desempleados que no se rinden, los yayoflautas, los periodistas que no mienten, los jueces que buscan justicia, los médicos que aún curan, los maestros que aún enseñan, los profesores universitarios que mantienen su ilusión, los creadores que resisten, los que inventan nuevas maneras de sobrevivir, los que insisten en compartir, los que tienen dignidad, que por eso se llaman indignados.