“En el fondo, hacer cine es una cuestión de sol”, Pier Paolo Pasolini
A diario escucho llamamiento para que volvamos a las salas
de cines, por varias razones:
Que el sector del cine nos necesita.
Que las salas de cine son un lugar seguro.
Que volver forma parte de la nueva normalidad.
Y no tengo la más mínima duda que estas razones son
auténticas. Que las salas de cine son un lugar seguro he podido comprobarlo
varias veces; quiero agradecer aquí el trabajo de limpieza de todo el personal
que en ellas trabaja, dedicado y constante después de cada función; de que forma parte de la nueva normalidad, yo
diría que de la nueva necesidad, una acude a una sala de cine como quien acude
a un manantial en el desierto, sedienta.
Con todo, la que más me conmueve es la de que el sector
del cine nos necesita; en contra de lo que forma parte del imaginario colectivo
de algunas, la industria del cine es algo que va más allá que las estrellas y
sus vestidos.
Dejo algunos de los muchos empleos que crea esta
industria: directores, actores, escritores, productores, guonistas, fotógrafos,
maquilladores, electricistas, montadores, sastres y modistas, musicos, especialistas,
sonidos, tramoyistas, extras, limpiadores, medicos, catering, carpinteros, cocineros,
camareros, compositores, abogados, asistentes, economistas, mensajeros,
conductores, taquilleros, acomodadores. Se me olvidan algunos más, pero habrá
quien no haya pensado en esto. La realidad es que las estrellas, sin todo esto
detrás, no son nada.
Todo esto, que en realidad son personas con nombre y
apellido, no cifras, es una de las razones por las que yo voy a ver cine en
salas, más allá del placer de ver películas en pantalla grande.
Ocurre que no parece que todos estemos en el mismo barco;
a veces, para mi, que vivo en una ciudad pequeña, es difícil ir a una sala;
desde que se levantó el confinamiento he tratado de ir casi todos los fines de
semana, aunque no siempre lo he logrado; incluso a ver películas que sabía que
no me iban a gustar o que no son lo que esperaba, pero claro ¿quién no iría a
ver el estreno de una historia firmada por Woody Allen?. No me arrepiento,
cuando salgo del cine me digo a mi misma, al menos has contribuido
economicamente en ayudar a la industria del cine. Y me vuelvo a mi casa
deseando que llegue el miércoles para saber los estrenos que llegan el viernes
y poder organizar mi tiempo.
Mientras todo esto ocurre en mi cabeza la realidad es
otra; se están cerrando salas de cine que nunca han vuelto a abrir tras la cuarentena
(algunos cines bien señeros, entre otros), en todos los lugares y en todos los
idiomas.
Mientras esta realidad se convierte en diaria mi cabeza
piensa lo que de verdad ocurre; las grandes distribuidoras están aplazando los nuevos
estrenos para el próximo año. La excusa o la razón es que los cines de Estados
Unidos (la mayoría ubicados en Los Ángeles, Nueva Yor y Miami) aún no han
reabierto sus puertas; parecen olvidar que en hay espectadores en Europa, donde
las cifras de recaudación del único gran estreno, Tenet han sido estupendas, y
en otros lugares, que también pagan sus entradas.
Así que puede que el próximo año nos hayamos cansado de
esperar y se tengan que comer con papas fritas
algunas de sus películas y en medio del campo, si no tienen una sala de cine
para estrenarla en muchas ciudades.
Supongo que los estudios de cine para seguir contando con
actores y actrices tienen que pagarles sus elevados salarios y para pagarles
sus elevados salarios, necesitan que las películas hagan muy buena taquilla y
para hacer buena taquilla (más allá que la historia sea buena o mala, a veces
sucede que la mala recauda mucho), necesitan que haya muchas salas en las que
se proyecten las películas.
Con lo cual esta es la pescadilla que se muerde la cola. O
la pesadilla que les morderá la cola.
Este texto es solo un desahogo, a la falta de estrenos,
comerciales o no, y una llamada para que todos hagan su parte, los cines abrir,
los espectadores comprar una entrada e ir a la sala y las distribuidoras,
estrenar películas. ¿Para qué esperar?
Pd.: Este texto fue publicado originalmente en Cocalecas.net La vuelta a los cines que no es